Parlamento sirio aprueba exención de visados con Omán

La Asamblea Popular (Parlamento sirio) aprobó y convirtió en ley el martes un proyecto que trata la certificación de un acuerdo sobre la exención mutua de visas a los titulares de pasaportes diplomáticos, especiales y de servicio con el Sultanato de Omán.

Durante la sesión estuvo presente el ministro de Asuntos Exteriores y Expatriados, Faisal Mikdad,  quien en su discurso expresó que "el proyecto de ley se enmarca en los esfuerzos realizados para impulsar el papel activo de Siria en la región árabe y el mundo a pesar de las medidas coercitivas y unilaterales impuestas por las potencias occidentales contra Siria".

El Canciller afirmó la importancia de los logros alcanzados por Siria contra los nocivos proyectos occidentales, entre los que destacó la concurrencia del pueblo sirio a las urnas y su participación en las elecciones presidenciales, agregando que este logro ha asestado un golpe a las potencias occidentales.

“La ley relacionada con la certificación del acuerdo con el Sultanato de Omán se considera un paso excelente y bienvenido para facilitar las visitas de los dos países por parte de las categorías enlistadas en la ley”, dijo Mikdad en un comunicado de prensa.

Asimismo expresó la aspiración de Siria de generalizar esa exención mutua con todos los estados árabes.

Más tarde, los miembros de la Asamblea discutieron una serie de temas y proyectos de ley, y afirmaron que el derecho a la elección presidencial vino a determinar el futuro de Siria ya que reafirmó el derecho de su pueblo a definir su futuro en forma voluntaria, libre e independiente.

Positivo signo regional e inter-árabe

La recién aprobada exención de visados con Omán es otro signo del creciente proceso de restitución de relaciones inter-árabes que ha venido experimentando la República Árabe Siria, sobre todo desde 2018 cuando se marcó el punto de no retorno para la definitiva victoria siria, a través de sus fuerzas nacionales, en el campo bélico y con ello, la derrota de los planes destructivos de cantonización que impulsaban especialmente actores regionales árabes como Arabia Saudita y Qatar.

En ese momento, y a pesar de la aun intensa presión saudita, distintos actores regionales de peso en la esfera político-cultural árabe reabrieron o reactivaron sus representaciones diplomáticas en Damasco (Emiratos , Bahrein , Jordania ) y a partir de allí, se viene considerando la restitución de Siria de su natural asiento, en carácter de estado fundador, en el seno de la Liga Árabe, lo cual a la fecha solo ha sido postergado por el peso específico y fuerte influencia saudita en dicha organización regional.

Nótese a su vez en este tópico, la sostenida relación bilateral siria a lo largo de la última década de crisis impuesta, con estados árabes también de destacado peso regional como Egipto, Líbano, Irak y Kuwait.

Si a esto se suman distintos gestos políticos, diplomáticos y económicos, tales como la reciente participación oficial de Siria –a través de su ministro de Turismo– en un encuentro de relieve el 27 de mayo en la capital de Arabia Saudita, Riad, para tratar el intercambio regional en materia turística (sector económico clave); se observa que el proceso de restauración de relaciones avanza en una única dirección positiva y de crecimiento.

Lo dicho termina de ser impulsado por la abrumadora participación del pueblo sirio en las recientes elecciones del 26 de mayo, en las que consagró el apoyo a su Gobierno, en la persona del presidente de la República y la dirigencia nacional, y con ello emitió un mensaje más amplio aún: el apoyo a su Estado Nacional y sus instituciones en la defensa de la soberanía y la integridad territorial frente al terrorismo, la ocupación extranjera, el ilegal bloqueo económico occidental y la expoliación de las riquezas naturales, agrícolas y energéticas.

Como señaló en su último análisis el académico y analista especializado Pablo Sapag , “pese a sus pasados desafueros, los saudíes parecen dispuestos a enmendar el rumbo agarrándose al inequívoco mensaje del pueblo sirio para poder participar en la reconstrucción y sus beneficios junto a los BRICS, Irán, República Checa, Argentina y otros países europeos y latinoamericanos con mayor capacidad de lectura de una realidad siria que exige moverse si lo que se quiere es salir en la foto”.

De manera que todo se orienta hacia un contundente retorno victorioso de Siria al plano regional, con las consecuentes proyecciones globales que ello implica. Los únicos que parecen no querer verlo son Washington y sus aliados internacionales, encabezados por las potencias de la OTAN que llevan de las narices a la Unión Europea, bajo un halo de miopía negacionista de la realidad siria y regional.