Hariri anuncia definición en puerta

Según afirmó Hariri en entrevista concedida a la cadena libanesa MTV, se formará un nuevo gobierno libanés dentro de una semana a diez días, debido a que los problemas económicos del país ya no pueden permitir más demoras.

Desde la elección parlamentaria en mayo último, el estancamiento político ha impedido que el Líbano forme un gobierno de unidad nacional, lo que genera preocupación en el país del cedro, agobiado por una de las tasas de deuda pública más altas del mundo, en paralelo a un fuertemente desequilibrante efecto generado por el desplazamiento de más de un millón de sirios, resultante del conflicto que sufre el vecino y hermano país.

"La situación económica es muy difícil... no puede soportar las disputas", dijo, refiriéndose a las compulsas políticas que han retrasado la formación de un nuevo gobierno.

"Hay soluciones que el presidente (Michel Aoun) y yo, hemos discutido... dentro de una semana a diez días, se formará el gobierno", dijo.

En los cinco meses transcurridos desde la votación de mayo, Hariri ha expresado su optimismo  varias veces sobre un gran avance hacia la definición, pero el obstáculo de las disputas partidarias aún sigue sin sortearse.

Los partidos clave, en el siempre tirante sistema sectario-comunitario de reparto de poder del Líbano, se han lanzado sobre los ministerios; a sabiendas que los donantes extranjeros con los que la economía libanesa actual cuenta, instaron a evitar retrasos. Los políticos libaneses han advertido de la crisis económica.

Una conferencia de donantes (CEDAR ) celebrada en París en abril, arrojó promesas de miles de millones, condicionadas a las reformas económicas que el nuevo gobierno debería emprender.

Un punto clave en las pulseadas partidarias, han sido principalmente las demandas en competencia entre las dos mayores fuerzas representativas de la comunidad Católica Maronita, es decir el presidente Aoun y su Movimiento Patriótico Libre (MPL), por un lado, frente a su rival Samir Geagea con su partido Fuerzas Libanesas (FL) por el otro.

"Todos tenemos que hacer sacrificios y trabajar juntos", dijo Hariri, y desestimó los comentarios de que la presión regional externa había obstaculizado el proceso, en referencia a la compulsa entre Teherán y Riad que marca la actualidad del Levante.

Mientras tanto, la que nadie discute es la acuciante presión externa del FMI , que exige un ajuste fiscal inmediato y sustancial para mejorar la sustentabilidad de la deuda pública del Líbano, que alcanzó más del 150 por ciento del PBI a fines de 2017.

Tras las elecciones parlamentarias, que dieron como resultado una composición de la cámara favorable al Movimiento Hezbollah (en alianza con el presidente Aoun), a la vez que quitaron peso al Movimiento Futuro (de Hariri), el saliente gobierno de coalición libanés continuó como una administración interina, que requiere a estas alturas con suma urgencia reencausar la gobernanza a través del necesario y postergado recambio de gestión.