Marta de Paris: una libanesa con todas las letras

La exitosa y multifacética escritora ha realizado importantes actividades a lo largo de su vida, que actúan como causa de todos sus logros: integró la C.D. de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) durante el período 1982-1984; en 1984 fue designada Directora de la Casa del Escritor, cargo ejercido hasta 1986; integró la C.D. de Gente de Letras como Secretaria General en 1993; en 1985 fundó en Buenos Aires el Centro De Estudios Latinoamericanos De Corrientes (CELACO); ejerció la Vicepresidencia del Instituto Literario y Cultural Hispánico, con sede en Westminster (California) desde 1987 hasta 2007; fue designada en 1990 Miembro Correspondiente de la Casa del Poeta Latinoamericano, sede uruguaya de Montevideo; colaboradora de las Revistas “Letras de Buenos Aires”, “Alba de América”, “Latin Américan Theatre Revieu” Universidad de Kansas, Estados Unidos, “La Urpila “de Montevideo, Uruguay.

Es importante destacar, que anteriormente la artista ha recibido numerosos premios, uno de ellos fue el “Puma de Plata”, de la Fundación Argentina para la Poesía, evento que se llevó a cabo en el Club Sirio Libanés de Buenos Aires (CSLBA) ante una selecta y concurrida audiencia. Entre otros se encuentran: Premio, poesía por Canto a Corrientes, otorgado por el Gobierno de la Provincia de Corrientes, 1975.; Primer Premio, poesía, “Juventud Unida”, Goya (Ctes.), 1975; “Ramón Viveros”, Paso de los Libres (Ctes.), 1977; “Fundación Givré”, Buenos Aires, 1979; “José Pedroni”, Acebal (Santa Fe), 1980; Mención de Honor, poesía, Asociación Cultural Americana “San Francisco De Asís”, Mendoza, 1980; Mención de Honor, poesía, por el libro Rosa Guarú, Ministerio de Educación y Cultura de la Provincia de Corrientes, 1980; Primer Premio, poesía, “Adelantado Juan Torres de Vera y Aragón”, Ministerio de Cultura y Educación de Corrientes, por su poemario Entre la piel y el astro, 1984 y otros.

Como hija de la colectividad sirio libanesa, Marta de París representa un orgullo para todos los que somos portadores de esas raíces milenarias.