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martes, 28 de octubre de 2014

Fernando Hisas: nieto de sirios (Bahour), ingeniero y destacado científico argentino

Por Redacción DSL

El Diario Sirio Libanés entrevistó al Ing. Fernando Hisas; ingeniero en electrónica con un posgrado en Management Ambiental; quien fuera jefe de la División Electrónica de INVAP y desde 1994 se desempeña en la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales), ocupando sucesivamente las posiciones de Gerente de Gestión Tecnológica, Gerente de Proyectos y Director del programa SAC-D AQUARIUS – CONAE.

El Ing. Hisas, de destacada trayectoria en el ámbito espacial, el más alto nivel científico que los profesionales argentinos del ámbito de la ingeniería pueden alcanzar, es a su vez un descendiente de sirios con una presente conexión con sus raíces. En un ameno encuentro en su oficina de la CONAE, compartió con DSL su historia de vida y este orgullo argentino que en materia de exploración significan las misiones satelitales de la comisión así como el ultimo desarrollo nacional en telecomunicaciones, representado por el histórico momento vivido merced al lanzamiento y puesta en órbita del satélite geoestacionario ARSAT I.

ENTREVISTA ▼

DSL: Ingeniero, cuéntenos de su historia de vida… ¿de dónde viene la conexión sirio-libanesa?

Mi ascendencia viene por el lado de mis abuelos paternos, los dos eran sirios de Bahour, entre Homs y Tartus. De mi abuelo tengo menos memoria ya que lo perdí al ser un pequeño de 2 años. Él se llamaba Simón Hisas, y mi abuela Saada Daud de Hisas. Mi abuela la sigo teniendo muy presente, sobre todo en la comida, es un viejo vinculo que al día hoy sigue vigente. Mis abuelos vinieron alrededor de 1927-28. Algunos de mis tíos, Dib y Nabil nacieron en Siria también y mi tía María nació durante el viaje en Marsella. Mi padre, Miguel Ángel y el menor de los hermanos, Julio, nacieron acá. Mi padre nacido entonces ya aquí en 1929. 

Mis abuelos se instalaron en la zona de Villa Crespo donde pusieron una fábrica de tejidos de punto, vinculado con la colectividad árabe, era una sociedad entre tres paisanos. Tenía mi abuelo bastante vínculo con los Mattar, los Tamer, por citar algunas familias conocidas. Recuerdo toda esa cultura, toda esa tradición de la familia unida porque todos vivían alrededor de la fábrica, era una familia muy unida y muy activa.

Mi padre se casó con una española y fue el único que salió del barrio y se mudó a Colegiales y yo nací en la casa de una pariente de mi abuela, paisana. Asique heredé toda esa cultura, la comida, el idioma que aunque no lo hablo, en el oído siempre queda. A pesar de que mi madre es española, le seguimos pidiendo la comida árabe que aprendió de mi abuela siria.

Con respecto a esto, recuerdo que hace un tiempo, ya trabajando acá en la CONAE , en un viaje que hice a Bélgica en una empresa que es uno de los dos grandes grupos empresarios que tienen allí de sistemas de potencia para la parte espacial, tuve una entrevista con el gerente general de la empresa y yo veía algo extraño y familiar en este hombre, en los gestos, la forma de hablar, los movimientos de los ojos y de las manos. Y cuando salgo le pregunto cuál era su origen y me dice que era sirio. Por lo demás era muy europeo, en general evidentemente ya estaba bastante afincado con su perfecto inglés y demás, pero estuvo presente en la comunicación ese elemento que pude detectar y me sonó como relacionado a una fibra muy íntima y en efecto, no me equivoqué. Desde ya que se interesó mucho por la colectividad de acá a la cual él desconocía, e incluso como había un tema de un posible contrato para un proyecto  en conjunto con la Argentina, ya manifestó inmediatamente su deseo de llegado el caso venir a firmar el mismo y cerrar el proyecto acá en persona.

Y me he cruzado también con muchos especialistas de Siria o Líbano, gente muy importante en el área. Nosotros aquí tenemos mucha conexión con EE.UU., hay un centro de la NASA que se llama JPL (Jet Propulsion Lab ) situado en Pasadena, California; del cual han salido por ejemplo las misiones a Marte y cuyo director desde el 2001, Charles Elachi, es libanés y con él nos hemos encontrado muchas veces y existe un diálogo activo y es una persona sumamente reconocida a nivel internacional. El desarrollo científico tecnológico de EE.UU. se basa en el quehacer de muchos extranjeros destacados y de máximo nivel en sus disciplinas específicas, y entre ellos se encuentran muchos árabes; como por ejemplo el director de ciencias de la Tierra de NASA de su momento, que se llama Ghasem Asrar , creo que hoy está en la Organización Mundial de Meteorología, pero efectivamente hay mucha capacidad técnico-científica árabe de muy alto nivel, distribuida por el mundo.

DSL: ¿Cómo empezó con su vocación profesional?

Yo de chico ya tenía claro que me gustaba la electrónica, el colegio secundario lo hice en un industrial, la ENET 28 del barrio de Belgrano. En 1976 ingrese a la UBA para estudiar ingeniería electrónica con total decisión. Egresé a los seis años con el título de honor y la verdad que tuve bastante suerte en mi derrotero laboral.

Trabajé en varias empresas hasta que aparece un aviso para trabajar en INVAP, empresa de tecnología que se encuentra en Bariloche que fue la que llevó adelante el plan nuclear desde el punto de vista de la ejecución. Una empresa que se crea como brazo ejecutor de la Comisión de Energía Atómica (CONEA) en el plan nuclear. Y cuando nace la CONAE en 1991, también lo hizo para el plan espacial. La CONAE terminó utilizando la gestión de INVAP, que se convirtió en el contratista principal de los proyectos más importantes de la CONAE.

En INVAP ingrese en el ‘86 y estuve varios años trabajando en varios proyectos ubicado allí en Bariloche, siempre en el área de la Ingeniería Electrónica, llegando a dirigirla. Me surgieron varios viajes, uno de ellos a Argelia durante un mes y pico allá por el ’90 y estuvimos poniendo en marcha el proyecto de poner en funcionamiento un rector nuclear de experimentación y planificación en aquel país, que recibió el nombre de Reactor “Nur” . En 1993 me voy de INVAP y en los inicios de la CONAE, en el ‘94, su director el Dr. Varotto que venía también de INVAP, me propone trabajar aquí con una propuesta profesional y científica muy interesante. Llegué con el primer plan espacial de la institución. Creo que es muy positivo, notable y meritorio el trabajo que ha desarrollado la Comisión durante estos 20 años, hubo altibajos en cuanto al apoyo gubernamental pero sin embargo se han logrado muchas cosas.

DSL: Los satélites…

Ha habido cuatro misiones satelitales de observación de la Tierra, construidos y puestos en órbita, estamos ahora construyendo en distintos niveles de avance, otros tres satélites de observación; dos de ellos forman parte de una misión que se llama SAOCOM, son satélites de radar de apertura sintética, satélites muy grandes y complejos, más que el ARSAT.

Con respecto al satélite ARSAT de comunicaciones, es necesario aclarar que la  CONAE no es el dueño del satélite, sino que es formalmente el gobierno nacional a través de la empresa ARSAT, que es una empresa del estado creada especialmente a los efectos, la cual lleva adelante el proyecto del satélite geoestacionario y contrata a INVAP, nuestro mismo contratista, que tenía la experiencia de haber trabajado en nuestras misiones anteriores. Y esto tiene su lógica porque el tema de las comunicaciones es un tema mucho más comercial, con lo cual es natural crear una empresa específicamente para dedicarse al tema. Nuestro trabajo desde la CONAE, siendo la agencia espacial argentina, es más de tipo científico tecnológico y en todos los casos estando ambos bajo la órbita del ministerio de planificación, existe una relación constante de cooperación recíproca con ARSAT.

Lo interesante es que la Argentina se planteó la posibilidad de encarar el tema de los satélites de comunicaciones, hecho que 10 años atrás era impensado. Y en base a las experiencias previas de las misiones de CONAE y la participación de INVAP se pudo dar una respuesta positiva a esta pregunta a partir de 2006-07. De hecho el que vino a hacer esa pregunta al Dr. Varotto en la CONAE, fue el secretario de comunicaciones del momento que era Guillermo Moreno. Y más allá de la postura política que podamos tener cada uno, realmente esto se dio con una actitud nacionalista y desarrollista del recurso científico del país digna de aplausos. Esto ha representado un logro histórico para el país.

Y generó más actividad inmediatamente, ya hoy. Nos da mucho orgullo porque de alguna manera es un camino iniciado por la CONAE. Yo antes le mencionaba que estamos ahora encarando un satélite de observación de la tierra, que es un radar de apertura sintética, un satélite de observación de órbita baja, que permite obtener una imagen bastante más análoga a la del satélite de tipo óptico. Igualmente ninguno es reemplazable por el otro, sino que son satélites distintos que ven cosas diferentes, a través de lecturas de distintos paramentos físicos, de manera que son complementarios. El satélite de radar puede registrar valores físicos que el óptico no, es una tecnología mucho más compleja pero con ventajas importantes, permite ver cosas que con el óptico son imposibles, como por ejemplo efectuar mapas de la humedad del suelo. Es una tecnología desarrollada en el país que otorga independencia total en esta área y que para más posiciona al país como proveedor de tecnología de exportación.

DSL: ¿Esa exportación hacia donde podría enfocarse?

El espectro es amplio, pero ya ha habido propuestas presentadas por INVAP tanto aquí en la región sudamericana, como en el caso del Mundo Árabe, en Emiratos y en Argelia donde se compitió. Es un momento muy importante desde el punto de vista de lo científico tecnológico porque uno está viendo que esa inversión ya está excediendo las áreas donde se hicieron. Porque las inversiones había que hacerlas igual, la diferencia es que se evitó la dependencia tecnológica y con posibilidades de exportación que se traduce luego en ingreso para el país. Y además estos son solo algunos ejemplos (radares de observación y el radar de comunicaciones), pero hay muchas otras áreas donde se está trabajando muy bien en la Argentina.

DSL: ¿Cómo ha visto la difusión de estos temas, porque pareciera que como población no tenemos tanta conciencia de esto?

Desgraciadamente la sociedad está acostumbrada a que la noticia es el escándalo y cuando aparece una noticia de este tipo, se filtra y parece que nadie la escucha. Y aquí la polarización de intereses políticos influye, aunque esto se trata de una noticia de interés nacional que va mucho más allá del tema político.

DSL: Volviendo al plano personal, ha sido galardonado con la distinción UGARIT en 2011…

En efecto, un grato momento. Y desde ahí que quedaron algunos vínculos, tuve la oportunidad de generar un vínculo técnico con uno de los premiados en aquella ocasión, el joven Dr. Miguel Alejandro Gulayin de La Plata, con un proyecto de medicina en el que él estaba trabajando, llamado “epidemiologia panorámica”, consistente en usar la información satelital para crear mapas de riesgo de tipo epidémico, endémico, se trata de usar los satélites para que marquen las condiciones ambientales que permitan verificar la presencia de determinado vector y con ello las probabilidades de riesgo de una enfermedad factible de epidemia, chagas, dengue, hanta virus, etc. Todo esto gracias al Ugarit.

Pero mi vínculo pasa por la familia, es decir el vínculo de la gran familia, aquellos familiares que todavía están y la cultura que sigue subyacente en ellos. El origen de mi familia era muy humilde y tenía un vínculo social de poca participación institucional, entonces no se dio la inserción de los jóvenes de la familia y la transmisión esperable, al menos en el núcleo chico, porque tengo primas de mi papa, como Hilda Hisas, pintora que ha tenido otra presencia. Yo tengo 2 hijas que no mamaron tanto de nuestra herencia, pero que sin embargo la ven con mucho interés y curiosidad. Tienen mucho interés por conocer sus orígenes, dado que la cultura árabe es una cultura muy fuerte, atractiva y particular.

DSL: Para finalizar ingeniero, desde su conexión con nuestras raíces que también le permitieron participar de un desarrollo técnico y científico tan importante que es un ejemplo para todos como argentinos... ¿Qué mensaje le quisiera dejar a la Colectividad?

Más que a la comunidad, le quiero dejar un mensaje a la juventud. Es necesario que creamos en nuestras capacidades quizá la heterogeneidad de nuestra sociedad en épocas de nuestros abuelos, dieron un crisol bastante original en nuestra sociedad nacional y de ahí ha salido gente muy valiosa. Sobre todo en el ámbito profesional, hay gente sumamente creativa. Si uno pone pautas claras y una continuidad razonable se puede hacer cualquier cosa, cualquier proyecto complejo porque la capacidad humana que hay en el país es muy grande.

Y estoy convencido que el Mundo Árabe hizo su aporte a eso, de alguna manera creo que ha sido socio en la formación de una comunidad nacional, de un talento humano, que lamentablemente no siempre aprovechamos bien pero no ha sido culpa del origen. El material humano esta, esa rica mezcla genética argentina sigue presente en la sociedad y creo que le ha dado mucho al país. La Argentina está para cosas grandes, y mucho tiene que ver con esa mezcla tan rica de culturas de razas y culturas que generó un ambiente creativo y con mucho potencial en la juventud.

Asique el mensaje es tomar conciencia de esta realidad y no amedrentarse, de alguna manera buscar en nuestros valores, en nuestros orígenes y también poniendo energía en nuestra formación. Existe un facilísimo, hoy en día,  en el que se cae con ligereza, y eso es lo que hay que evitar. No hay que renunciar antes de intentar incluso una carrera de tipo científico o tecnológico que pareciera tan compleja. Y esto tiene que ver con el crisol cultural del que hable y esa fuerza de los inmigrantes que está latente y es un ejemplo para todos nosotros. Tiene que ver con lo que somos y con lo que podemos ser, hay mucho por construir todavía.  

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