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martes, 18 de octubre de 2016

El reencuentro con nuestras raíces

Por Frida Hatch Kuri

JOMALI A.C. llevó a cabo una caminata en el centro histórico y algunas calles del barrio de la merced en la Ciudad de México, para conocer y reconocer los asentamientos de los primeros emigrantes libaneses.

Jabalna Magazine

Caminar por la ciudad es una práctica que todos llevamos a cabo pero que por la inmediatez y la premura de la vida cotidiana pocos se detienen a observar con detenimiento aquello que les rodea.

Este año y por primera vez desde JOMALI A.C. la asociación de Jóvenes Mexicanos de Ascendencia Libanesa, llevamos a cabo el 2 de Julio del 2016 una caminata en el centro histórico y algunas calles del barrio de la merced en la Ciudad de México, emplazamientos históricos de la diáspora libanesa que llegó a México desde hace poco más de cien años, algunos de ellos nuestros propios abuelos y bisabuelos. El objetivo principal fue conocer y reconocer aquellos asentamientos principales en los que vivieron y trabajaron los primeros emigrantes libaneses, acercarnos a nuestras raíces libanesas, conocer el legado histórico y cultural que dejaron nuestros ancestros y rememorar la historia de la inmigración libanesa en México.

Las calles de Venustiano Carranza, Correo Mayor, República de Uruguay y República del Salvador entre otras fueron el asentamiento de miles de inmigrantes libaneses y a la fecha lo siguen siendo, ya que nuevos migrantes continúan llegando al lugar, adoptando dicha área como su lugar de trabajo.

En nuestro recorrido, las calles, los edificios, las vecindades, los vecinos, trabajadores, empleados, locatarios y dueños de los locales comerciales fueron testigo de la llegada de un grupo de aproximadamente veinte jóvenes mexicanos de ascendencia libanesa que, con la nostalgia por su país de origen visitaron lugares emblemáticos como el Reloj Otomano el cuál se erigió en las Calles de Venustiano Carranza y Bolívar en 1910 y el cuál fue un obsequio por parte de los primeros inmigrantes libaneses en  en agradecimiento a la hospitalidad y al buen recibimiento que México le dio a la comunidad libanesa proveniente del aquel entonces Imperio Otomano.

En otro punto de nuestro Walking tour, el Padre Antonio de la Iglesia de Porta Coelli nos recibió en las puertas del Templo para darnos la bienvenida al lugar, donde recibimos una plática sobre la Iconografía que resguarda el templo y otra sobre cuestiones arquitectónicas y de restauramiento del mismo. A esta Iglesia acudieron muchos inmigrantes libaneses del rito Greco-Melquita cuando aún vivían y trabajan en la zona del centro histórico.

Visitamos también la Iglesia de Nuestra Señora de Balvanera, en las calles de Correo Mayor y República de Uruguay, templo que a la llegada de los primeros libaneses maronitas se convirtió en el primer templo en oficiar el rito Maronita en México. El interior de la iglesia reúne a los santos libaneses San Marón, San Charbel Makhlouf, Santa Raqfa, Nemtala Al-Hardini y a Nuestra Señora del Líbano. Es menester señalar que, una mayoría migrante profesaba el catolicismo de oriente, por lo que dicha Iglesia era y sigue siendo de suma importancia para los inmigrantes libaneses y su actual descendencia.

En la Calle de República del Salvador, nos recibió la Familia Helú en su tienda de productos árabes “Helús” dónde nos enseñaron los primeros hornos que se utilizaban para hornear el pan árabe desde 1949. El dueño del lugar nos relata que han pasado 3 generaciones desde que su abuelo comenzó a vender pan árabe y actualmente continúan con la venta de productos árabes ya que es una herencia familiar que les da sentido a sus vidas y los hace cada día más orgullosos de su origen libanés.

En la esquina con Correo Mayor se encuentra la tienda de ropa de bebés “San Jorge” Simón Nader libanés oriundo de Beit Mellat quien llegó a México en los años setenta a raíz de la Guerra Civil del Líbano y dueño del lugar nos recibió y abrazó nuestra iniciativa porqué relata que a él ya nadie lo visita, debido a la mala fama que tuvo en algún momento dicha área comercial pero insiste en que hay que desmitificar lo que se dice acerca de la inseguridad del lugar, al contrario, señala que diario transitan miles de clientes y los paisanos libaneses deben de conocer el emplazamiento que guarda una historia muy importante: la historia de la migración libanesa a México.

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