Terrorismo sionista en Id Al Adha

Cientos de colonos extremistas judíos ingresaron el domingo forzosamente al complejo de la mezquita Al Aqsa de Jerusalén, en ocasión de la festividad islámica de Id Al Adha , según informaron autoridades palestinas.

"Desde la mañana, más de 1729 colonos judíos han ingresado al complejo", dijo Firas al-Dibs, un portavoz de la Autoridad de Dotaciones Religiosas de Jerusalén en un comunicado.

"Las incursiones de los colonos fueron respaldadas por policías israelíes", agregó.

Mientras tanto, la Media Luna Roja Palestina informó que 61 palestinos resultaron heridos tras el ataque de las fuerzas israelíes sobre los fieles musulmanes indefensos, mediante el uso de balas de goma, gases lacrimógenos y porras.

"Los fieles sufrieron heridas moderadas y 16 de ellos fueron trasladados a hospitales para recibir tratamiento adicional", agregó.

Las autoridades religiosas islámicas de Jerusalén decidieron retrasar las oraciones del Id a las 7.30 a.m., hora local, en lugar de a las 6.30 a.m., como precaución ante el llamado de los colonos a asaltar Al Aqsa en la llamada "recordación de la destrucción del Templo".

Las organizaciones judías extremistas, conocidas ampliamente como grupos del Monte del Templo, habían convocado a redadas masivas en Al Aqsa durante esta semana.

Para los musulmanes, Al Aqsa representa el tercer santuario islámico más sagrado del mundo, luego de La Meca y Medina. Los judíos, por su parte, se refieren al área como el "Monte del Templo", alegando que fue el sitio de dos templos judíos en la antigüedad.

Ocupación ilegal

El este de Jerusalén se encuentra bajo la ocupación de las fuerzas del régimen israelí, desde la guerra de 1967, contraviniendo la serie de disposiciones internacionales encabezadas por la resolución 242 (22/11/1967), que le exigen el retiro incondicional de los territorios ocupados.

A su vez, el régimen sionista, fiel a su histórica tradición de hacer caso omiso al derecho internacional, declaró en 1980 la anexión de la ciudad, alegando que era la capital "eterna e indivisa" del “estado judío”, en una medida nunca reconocida por la comunidad internacional.