Se retrasan las consultas parlamentarias en Líbano

Tras la violencia en las calles de Beirut , la Presidencia libanesa anunció este lunes el aplazamiento de cuatro días de las consultas parlamentarias para elegir un nuevo primer ministro que lidere las reformas que el país del cedro necesita para salir de su crisis política, social y económica. 

Esta tarde, un comunicado ministerial  anunció que el presidente Michel Aoun había "respondido a los deseos del primer ministro (saliente) Saad Hariri de posponer las consultas parlamentarias hasta el jueves 19 de diciembre". 

No es la primera vez que se retrasan las conversaciones; anteriormente, las consultas parlamentarias se habían programado para el 9 de diciembre pero se volvieron a posponer. 

Los nombres de varios candidatos potenciales para reemplazar a Hariri se han distribuido en las últimas semanas, pero los partidos políticos divididos amargamente no han logrado ponerse de acuerdo sobre un nuevo primer ministro, por lo que se esperaba que el ex premier fuera nombrado nuevamente com primer ministro durante las consultas parlamentarias vinculantes en el Palacio Baabda.

Según un complejo sistema político que busca mantener un frágil equilibrio entre las comunidades religiosas, el primer ministro del Líbano debe siempre un musulmán sunnita. A principios de este mes, dicho establecimiento apoyó el regreso de Hariri, lo que enfureció aún más a los manifestantes que exigieron un gabinete de expertos independientes.

Hariri, el principal político musulmán de esa comunidad, es ampliamente visto por los políticos como el único candidato para el puesto. Renunció al trabajo a fines de octubre bajo la presión de las protestas contra la élite política que ha supervisado décadas de corrupción y mal gobierno.

Por otro lado, el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, realizó una advertencia este lunes sobre el costo humanitario de la crisis actual en el país árabe con problemas de liquidez, declarando que Líbano “podría estar al borde de la hambruna”, confiando completamente en la ayuda para la supervivencia si la parálisis política actual persiste.

“Nos dirigimos hacia una fase muy peligrosa, que quizás no podamos evitar más adelante. Necesitamos formar un gobierno rápido para lidiar con las complicaciones económicas y financieras para salvar al país”, dijo Berri al diario libanés al-Akhbar .

El político señaló que las circunstancias y los factores que rodean el proceso de formación del gobierno han llegado a un punto muerto, y enfatizó que “no hay nada más importante que el destino financiero y económico del país”.

El Líbano se ha enfrentado a una situación económica muy difícil debido a las políticas fallidas de los sucesivos gobiernos, que han llevado al empobrecimiento de la población. El Ministerio de Finanzas libanés dice que la deuda nacional ronda los 85 mil millones de dólares, lo que representa más del 150 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI).