Comité secreto está remodelando la economía siria

Una red encubierta ha comenzado a reestructurar la economía siria de posguerra tomando el control de empresas afiliadas al expresidente Assad, según expone una investigación detallada de Reuters, fechada el 24 de julio a cargo de Timour Azhari y Feras Dalatey (disponible aquí ).

Según el informe, la iniciativa está liderada por Hazem al-Sharaa, hermano del autodesignado presidente sirio, Ahmad al-Sharaa, junto con un empresario australiano actualmente sujeto a sanciones internacionales.

Aunque se presenta como una campaña anticorrupción, la iniciativa depende en gran medida de acuerdos con individuos de reputación cuestionable, lo que plantea dudas sobre la credibilidad y las intenciones detrás de las llamadas “reformas”.

Tras la caída de Damasco en manos de Sharaa, un destacado empresario sirio recibió una citación a altas horas de la noche para reunirse con “el jeque”.

El hombre que lo recibió lucía una larga barba, llevaba una pistola en la cadera y se presentó simplemente como "Abu Mariam". Hablando árabe con fluidez y un ligero acento australiano, le preguntó al empresario sobre sus ingresos y operaciones.

“Me preguntó sobre mi trabajo, cuánto dinero ganábamos”, relató el empresario. “Yo no dejaba de mirar el arma”.

Australiano financista del terrorismo lidera la reorganización de Siria

Reuters ha descubierto que esta figura enigmática lidera ahora un comité encargado de reestructurar las bases económicas de Siria, una iniciativa llevada a cabo en secreto, lejos del escrutinio público.

Operando bajo seudónimos, los miembros del comité han tomado discretamente el control de más de 1.600 millones de dólares en activos, incluyendo 1.500 millones confiscados a tan solo tres empresarios y participaciones en empresas sirias presuntamente afiliadas a Assad. Entre ellas se encuentra el principal proveedor de telecomunicaciones del país, valorado, según informes, en unos 130 millones de dólares.

En el centro de este esfuerzo de reestructuración se encuentra Hazem al-Sharaa, hermano mayor del líder de facto sirio. El presidente del comité, conocido públicamente como Abu Mariam al-Australi (el australiano), ha sido identificado por Reuters como Abraham Succarieh, un empresario libanés-australiano sancionado por Canberra por presunta financiación del terrorismo.

En redes sociales, Succarieh se presenta como un emprendedor informal apasionado por el críquet y el shawarma, bajo el seudónimo de Ibrahim bin Mas'ud.

Según indican los investigadores de Reuters, “el gobierno sirio, Hazem al-Sharaa y Succarieh no respondieron a las reiteradas solicitudes de comentarios ni a las preguntas para este artículo. La oficina del presidente remitió las preguntas al Ministerio de Información”.

Asimismo, afirman que Reuters presentó las conclusiones de este informe durante una reunión presencial la semana pasada con el ministro de Información, expuso sus detalles y formuló preguntas por escrito al ministerio, sin obtener respuesta de dicha cartera antes de la publicación del reporte.

El poder bajo una nueva élite

Si bien el nuevo liderazgo de Siria ha desmantelado gran parte del temido aparato de seguridad que definió la era Assad, generando una renovada apertura en el discurso público, han crecido las preocupaciones sobre la consolidación del poder bajo una nueva élite, según el informe.

Los observadores advierten que el “liderazgo” actual, compuesto por familiares y agentes conocidos sólo por sus alias, puede simplemente estar "reemplazando una oligarquía por otra".

Reuters basó sus hallazgos en más de 100 entrevistas con individuos de las esferas empresarial, diplomática y política, y en un conjunto de documentos internos, incluidos registros de empresas, correspondencia por correo electrónico, actas de reuniones y estados financieros.

A pesar de la presumible ‘magnitud de su labor’, el comité nunca ha sido reconocido formalmente por el nuevo “gobierno” sirio, y sus operaciones siguen siendo desconocidas para la opinión pública del país. Solo quienes tratan directamente con él conocen su amplia autoridad, la cual podría influir significativamente en el futuro de la nación que en materia económica ya ha sido encauzada hacia la doctrina del libre mercado y la asociación sin restricciones con el capital transnacional de la mano de la banca mundial y los designios de Washington , mediante una hoja de ruta doméstica signada por las privatizaciones y un rabioso achicamiento del Estado.