Persisten los crímenes sectarios en Siria en medio de críticas por la laxa seguridad
Durante octubre, los asesinatos y las desapariciones forzadas con motivos sectarios se han intensificado en varias provincias sirias, especialmente en Homs y sus alrededores, principalmente contra miembros de la comunidad alauita. Los residentes responsabilizan a los servicios de seguridad por su inacción y exigen una investigación internacional.
Desde la toma del poder por el actual régimen de facto en diciembre de 2024, Siria ha sido testigo de múltiples incursiones y ataques sistemáticos con motivos sectarios, como las masacres en la costa siria en marzo y en la provincia de Sweida en julio.
Estas acciones se atribuyen a menudo a grupos armados afiliados al régimen de facto. Los informes indican casos de insultos sectarios, saqueos, palizas, secuestros y ejecuciones extrajudiciales durante estas así llamadas “operaciones”.
En lo que va de octubre de 2025, varias provincias sirias han sido testigos de una alarmante escalada de asesinatos y matanzas, impulsada por actos de “venganza” y asesinatos, dirigidos contra diversos segmentos de la población, incluidos hombres, mujeres y niños.
En este contexto, el portal Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR por su sigla en inglés) documentó el asesinato de 51 personas durante este período en diversas gobernaciones, donde la mayoría de estos incidentes (29) se corroboró que estuvieron motivados por razones sectarias y políticas. Los lugares atacados variaron entre las ciudades y zonas rurales de Homs, Hama, Latakia, Tartús, Alepo, Damasco, Idleb y Daraa. La mayoría de las acciones criminales fueron llevadas a cabo por hombres armados desconocidos que perpetraron asesinatos, secuestros y torturas, cobrándose la vida de un gran número de civiles y algunos exmilitares del Ejército Árabe Sirio.
Máxima alarma en Homs
Por su ubicación central, su densidad poblacional y su arquetípica distribución multiconfesional, característica de la esencia del tejido social sirio, en la provincia de Homs, la cantidad de estas “operaciones” criminales ha resultado superior al resto del país.
La ciudad de Homs y sus alrededores fueron testigos de un alarmante aumento de asesinatos sectarios y desapariciones forzadas, el más alto del mes comparativamente a otras provincias; siendo estos crímenes dirigidos principalmente contra miembros de la comunidad alauita, según lo documentado por SOHR, medio que registró la muerte por asesinatos sectarios de 18 civiles solo en Homs, incluidas mujeres y niños.
El total arrojado por las estadísticas de SOHR publicadas el 22 de octubre, fue de 51 víctimas mortales durante el mes, incluyendo las 18 de Homs más: 8 en Hama, 8 en Alepo, 5 en provincia de Damasco, 4 en Idleb, 3 en Latakia, 2 en Tartous, 2 en Daraa y 1 en ciudad de Damasco.
Esto ocurre mientras el desplazamiento forzado de familias alauitas continúa en algunos barrios homsienses, como el de al-Wurood, donde son sometidas a extorsión por parte de grupos armados apoyados por jeques que operan bajo el paraguas de la "paz civil".
Ante estas violaciones, que se intensifican cada hora, los residentes exigen el fin del derramamiento de sangre y la protección de la población civil. Responsabilizan a las fuerzas de seguridad por su incapacidad para proteger la vida de los ciudadanos y exigen responsabilidades a los criminales que cometen estas atrocidades por motivos sectarios.
En este marco, en lo que va de 2025, Homs ha registrado 359 víctimas de ejecuciones extrajudiciales, incluidos 329 hombres, 20 mujeres y 10 niños, con 231 muertes vinculadas directamente a la afiliación religiosa y comunitaria, afirmó SOHR.
Llamamiento internacional frente al odio en redes
Los residentes también hicieron un llamamiento a la comunidad internacional y a las organizaciones de derechos humanos para que intervengan urgentemente para detener estas violaciones y proteger a la población civil del sectarismo sanguinario. Asimismo, pidieron la formación de un comité de investigación independiente sobre estos crímenes.
Las redes sociales han presenciado un aumento de la incitación contra los alauitas en Homs, con mensajes incendiarios que instan a la supuesta “venganza” y el asesinato, lo que ha aumentado la tensión y el miedo entre los residentes. Asimismo, se han llegado a difundir inclusive videos para niños con canciones y personajes animados que buscan inculcar el odio y los crímenes de asesinato contra alauitas, drusos y cristianos (en ese orden), a la vez que ensalzan la imagen del salafismo extremista.
Posteriormente, se supo que la mayoría de los instigadores se esconden fuera del país y residen en países europeos, Turquía y países del golfo; lo que llevó a activistas y observadores a exigir el procesamiento de quienes generan la incitación transfronteriza.
Laxa seguridad y apoyo solapado del régimen de facto a los criminales
Los activistas denunciaron la incapacidad del régimen de facto actual para promulgar leyes efectivas que persigan los delitos cibernéticos, frenen la incitación al asesinato y procesen a los responsables del derramamiento de sangre, resultante de la constante incitación contra la población civil únicamente con motivo de su identidad comunitaria/religiosa.
Asimismo, señalaron que los propios partidarios del gobierno son quienes incitan al asesinato de cualquiera que se oponga a la política de crímenes y desplazamientos sectarios implementada por grupos armados a quienes describen como la "nueva shabiha".
En este contexto, los residentes de Homs han criticado la laxa aplicación de la ley sobre motocicletas en la ciudad. A pesar de la clara decisión de las autoridades de seguridad de prohibir dichos rodados y el uso de mascarillas en la ciudad, la realidad demuestra lo contrario, especialmente con el aumento de asesinatos sectarios cometidos por hombres armados en motocicletas.
El 19 de octubre , tres ciudadanos alauitas, entre ellos un hombre y su esposa sin afiliación política alguna, fueron asesinados cerca de Bab al-Darib (una de las entradas a la cuidad antigua de Homs), por hombres armados no identificados que se desplazaban en una motocicleta. Los agresores huyeron del lugar y no se ha revelado información sobre sus identidades.
En un incidente relacionado, el 21 de octubre, dos niñas de la comunidad alauita, de 13 y 14 años, resultaron heridas en un tiroteo en el barrio de Akrama, en la ciudad de Homs. Los hombres armados, también en motocicleta, abrieron fuego contra las niñas, quienes posteriormente fueron hospitalizadas con heridas graves.
Se han alzado voces en redes sociales exigiendo el fin de la masacre que se cierne sobre una comunidad específica en la ciudad de Homs. Las mismas expresan su asombro por el silencio local e internacional ante la horrible naturaleza de estos crímenes, que, de continuar a este ritmo, representarán una grave amenaza para la paz civil en todas las ciudades sirias.
Exigiendo urgentes y contundentes medidas antes de que sea demasiado tarde, los activistas denunciantes, todos ellos ciudadanos sirios, han advertido de un éxodo masivo hacia la costa, huyendo de la maquinaria de exterminio que campa a sus anchas por las calles y barrios de Homs y pueblos de la provincia, a la vista de los puestos de control de las llamadas Fuerzas de Seguridad Interna.
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