Más de 900 ataques a Siria por parte de Israel en 2025

El régimen de Israel llevó a cabo más de 900 ataques militares contra Siria durante el año pasado, tras el colapso del gobierno anterior y la toma del poder por parte de individuos afiliados a Hay'at Tahrir al-Sham (HTS), informó un monitor de guerra con sede en Estados Unidos.

Los datos, compilados por el proyecto de Datos de Eventos y Ubicación de Conflictos Armados (ACLED), incluyen ataques aéreos, ataques con drones y bombardeos de artillería, dirigidos principalmente al sur del país.

El reporte de ACLED, demuestra que el régimen israelí intensificó su campaña militar inmediatamente después de la caída del expresidente sirio Bashar al-Assad en diciembre de 2024. En la fase inicial, los ataques israelíes habrían paralizado la infraestructura restante del Ejército Árabe Sirio.

Posteriormente, Israel ha llevado a cabo ataques constantes, con un promedio de dos ataques por día en zonas clave, incluidas las sureñas provincias de Quneitra, Deraa y la provincia de Damasco.

Expansión de la ocupación en el Golán Sirio

Tras la ola inicial de ataques, el ejército israelí ha ocupado grandes zonas del sur de Siria que se calculan en más de 500 Km², estableciendo puestos avanzados permanentes y tomando el control de fuentes de agua críticas, rodeando tácticamente a la ciudad de Damasco.

Israel también se ha apoderado de la zona de amortiguación adyacente al Golán (266 Km²), en violación del acuerdo de separación de 1974, una medida que se muestra como un paso calculado en el plan expansionista israelí que apunta a una posterior anexión.

Más de 900 ataques contra Siria

El informe señala que entre el 8 de diciembre de 2024 y el 28 de noviembre de 2025: Quneitra fue bombardeada al menos 232 veces; Dera'a sufrió no menos de 167 ataques y Damasco y sus alrededores fueron alcanzados al menos 77 veces.

Se llevaron a cabo ataques adicionales en el sur y el centro de Siria, a menudo dirigidos contra infraestructura, sitios estratégicos y ubicaciones cercanas a las líneas del frente de las áreas controladas por el régimen de Damasco. A esto se debe adicionar un aparato de detención que se vale de una campaña sistemática de vigilancia, incursiones y detenciones arbitrarias sobre los ciudadanos sirios en las nuevas zonas ocupadas.

Según ACLED , las operaciones israelíes se han intensificado en el sur de Siria. El 28 de noviembre, estallaron enfrentamientos en Beit Jinn, en la zona rural de Damasco, entre grupos armados comunitarios y fuerzas israelíes después de que un convoy israelí intentara entrar en la ciudad para realizar arrestos. Seis soldados israelíes resultaron heridos. En respuesta, las fuerzas israelíes llevaron a cabo ataques aéreos y bombardeos, que, según se informa, mataron a 15 civiles en un solo día. El ataque fue una continuación de las incursiones israelíes regulares en el sur de Siria tras la caída del régimen de Assad. Desde enero de 2025, ACLED registra más de 900 operaciones israelíes en la zona, incluidas 100 solo en noviembre.

Inactividad y complicidad de HTS: Luz verde al expansionismo israelí

A pesar de su ascenso al poder, el régimen de facto implantado en Siria por una conflagración de potencias regionales y globales, liderado por Ahmad al-Sharaa, (ex comandante de ISIS y al-Qaeda que operó bajo el nombre de guerra Abu Mohammad al-Jolani), ha sido criticado por su falta de respuesta a la creciente presencia israelí.

Los analistas sostienen que la inacción de su “gobierno de transición”, sumada a sus esfuerzos por normalizar las relaciones con Tel Aviv, ha envalentonado al régimen de Israel a expandirse más profundamente en territorio sirio e intensificar sus operaciones militares.

El portal informativo, otrora ultra opositor del gobierno de Assad, Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR) informó de más de 60 redadas e incursiones por parte de las fuerzas israelíes en el sur de Siria en un período de tres semanas sólo el mes pasado.

Por su parte, el régimen israelí vincula la retirada con el estancamiento de un acuerdo de paz . Tel Aviv ha mantenido conversaciones directas con el régimen de al-Sharaa en los últimos meses para buscar un acuerdo de seguridad. Sin embargo, Israel ha condicionado cualquier posible retirada de territorio sirio al éxito de la negociación de un acuerdo de paz más amplio.

En otras palabras, la agenda del régimen sionista recurre una vez a su histórica y repetida formula de expansión que implica: bajo la excusa de la seguridad propia y con la impunidad internacional garantida por Washington y aliados, primero agredir y ocupar (más allá de lo ocupado años atrás), para luego utilizar los nuevos territorios ocupados como moneda de cambio en pos de mayores beneficios bajo la consigna de “borrón y cuenta nueva”, dejando de lado las ilegales ocupaciones anteriores.

Inclusive, si la negociación final no brinda el resultado pretendido para Tel Aviv, la agresión y ocupación se intensifica.
Pues esto es lo que se está observando hoy en Siria, ya que según se informa, el proceso de “negociaciones” ha llegado a un punto muerto, mientras que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dado instrucciones a su milicia para que avance más en Siria y asegure posiciones militares estratégicas.

Los observadores advierten que la combinación de la voluntad del régimen de Sharaa de dialogar con Tel Aviv y su incapacidad absoluta para responder a las incursiones militares amenaza la integridad territorial de Siria y acelera la normalización de la ocupación.

Parece evidente, que en estas supuestas “negociaciones” no hay nadie sentado del lado que defiende el interés de Siria y su pueblo, por el contrario, las mismas hacen las veces de fachada para consolidar la vocación entreguista del régimen salafista de Sharaa en beneficio del decano plan expansionista regional de quien fuera uno de sus auspiciantes internacionales durante sus años de acción terrorista contra el Estado Sirio.