últimas noticias
Tribuna y debate
viernes, 08 de agosto de 2025

Invirtiendo en ilusiones: ¿Cómo las autoridades construyen palacios de espejismo?

Por Aram Alsouri / Traducido por Redacción DSL

En Siria hoy, cada memorando de entendimiento se vende como una inversión, cada conferencia se presenta como un proyecto recién lanzado y cada celebración como una victoria rotunda, mientras el país se encuentra sumido en el peor colapso económico y social de su historia moderna.

Desde hace tiempo, casi no pasa un día sin que las autoridades anuncien sus planes, prometiendo “inversiones multimillonarias”. Estos incluyen un metro en Damasco, aeropuertos de lujo, imponentes torres residenciales y ciudades inteligentes que harán brotar mariposas de los escombros. Sin embargo, Sweida está sitiada e incendiada, millones de personas se encuentran desplazadas en tiendas de campaña, las panaderías están vacías y las universidades se están muriendo... ¿Se trata de un auténtico rescate económico? ¿O estamos presenciando un concierto de esquizofrenia política organizada?

En un país donde las instituciones se gestionan con una mentalidad de trofeos, los grandes proyectos se convierten en una mera cortina de humo para un colapso total, no en una herramienta para la recuperación nacional. Peor aún, el nuevo liderazgo en la cima de la pirámide intenta, con todas sus herramientas de embellecimiento mediático, encubrir un fracaso desastroso en todos los frentes con oropel importado del Golfo, bajo la apariencia de “proyectos estratégicos”, “alianzas importantes” y “planes de recuperación económica”.

¿Quién le creerá a quién?

El régimen actual se ha convertido en un escenario de fantasía, construyendo a su público con la ilusión de cambio, mientras la realidad se vuelve cada vez más sombría. Por un lado, se firman memorandos de entendimiento imaginarios con actores del Golfo o de Asia, mientras que, por otro, los ciudadanos no ven ningún efecto de estas “inversiones” más allá de más hambre y desplazamientos.

Diferenciamos tres términos que se están combinando deliberadamente para engañar a la opinión pública:

1. Inversión real: Un compromiso financiero documentado por contratos, sujeto a la ley y a la rendición de cuentas, y con fines de lucro.

2. Memorando de entendimiento: Una mera declaración de intenciones que no vincula a nadie y que a menudo se utiliza con fines propagandísticos.

3. Proyecto real: Trabajo de campo que comienza con un presupuesto y va acompañado de un plan de implementación, un cronograma y una supervisión.

Pero en Siria hoy, cada memorando de entendimiento se vende como una inversión, cada conferencia se presenta como un proyecto recién lanzado y cada celebración como una victoria rotunda, mientras el país se encuentra sumido en el peor colapso económico y social de su historia moderna.

¿Por qué tanta bufonada?

La respuesta es simple, pero aterradora. No se trata de proyectos de desarrollo, sino de inversión política blanda. Como lo describió el economista Hazem Bilbawi: los regímenes rentistas, que dependen de la financiación extranjera en lugar de la producción local, tienden a transformar el discurso económico en una herramienta política para consolidar el poder, en lugar de una herramienta para lograr el desarrollo.

Dicho más claramente: la inversión en este caso no busca construir una economía, sino apoyar al régimen como un actor político legítimo ante la comunidad internacional. Su objetivo no es más que embellecer la imagen del régimen y crear un estado de negación colectiva entre la gente sumida en la pobreza, creyendo que “mañana será mejor”, mientras hoy apenas pueden encontrar un pan.

Siria no es un proyecto de reconstrucción... es un campo de batalla por la influencia.

Seamos realistas: nadie invierte en un país donde no hay ley, ni un poder judicial independiente, ni estabilidad política, ni seguridad vital.

Las inversiones prometidas son meras herramientas de influencia, utilizadas para transmitir mensajes, forjar alianzas y quizás incluso comprar legitimidad local e internacional.

Aquí, debemos recordar que el pequeño Líbano y el Irak rico en recursos, han estado sujetos durante más de cuarenta años a la misma prostitución política y a las mismas subastas de inversión del Golfo, sin una traducción real sobre el terreno. Se hicieron enormes proyectos, conferencias deslumbrantes y miles de millones en promesas, pero los ciudadanos siguieron siendo pobres y la infraestructura siguió deteriorada mientras la toma de decisiones a nivel nacional dependía de los centros de influencia regionales. ¿Repetiremos el mismo escenario hoy en Damasco, solo que con caras nuevas?

¿Metro de Damasco? ¿Aeropuerto Internacional? ¿Torres residenciales? ¿Para quién?

Lo que se propone hoy en Damasco es una fantasía mítica.

• ¿Quién pagará un ticket de metro de Damasco si los ciudadanos no pueden permitirse un boleto de autobús?

• ¿Quién invertirá en un aeropuerto aislado, cuyo espacio aéreo se cierra con cada explosión?

• ¿Quién comprará apartamentos en torres mientras los presuntos residentes duermen en tiendas de campaña?

Y siendo honestos, ¿qué persona en su sano juicio se embarcaría en proyectos aristocráticos antes de reformar el sistema educativo en colapso, la infraestructura destruida, la inseguridad y la ausencia de leyes?

Lo que presenciamos hoy es una inversión, sí, pero es una inversión para “adormecer mentes”, no para construir una nación. Se está promoviendo un espejismo, no un renacimiento. Lo que es peor, está siendo patrocinado por una nueva élite de políticos y testaferros que recitan declaraciones de victoria mientras la gente se derrumba bajo los escombros, el hambre y el miedo.

Que alguien, quien sea, nos responda:

¿Cómo se convence a un pueblo asediado, hambriento y masacrado de que un metro de Damasco, un aeropuerto internacional y rascacielos imponentes son sus prioridades ahora?

¿No sería mejor curar nuestras heridas antes de soñar con torres de cristal?

 

 

 

► Aram Alsouri es el seudónimo de un analista e investigador sirio independiente con base en Washington, EEUU. Nota original en árabe en este enlace .

Noticias relacionadas

  • Cómo EEUU e Israel se asociaron con el nuevo presidente de Siria para masacrar a los drusos
    Cómo EEUU e Israel se asociaron con el nuevo presidente de Siria para masacrar a los drusos
  • Ilustración de fondo: Ali Al-Hadi Chmeiss (Al Mayadeen) / Gráfica: Redacción DSL
    Cómo la alianza entre Israel y EEUU destruyó el derecho internacional y el sistema de la ONU
  • Georges y Ziad, dos nombres y una misma causa
    Georges y Ziad, dos nombres y una misma causa
  • La Asociación de Beneficencia Drusa se expide sobre recientes sucesos en Siria
    La Asociación de Beneficencia Drusa se expide sobre recientes sucesos en Siria
Ver más
Seguinos en

Editorial

Siria y su lucha por la Independencia

Tras más de un siglo desde la caída del Imperio Otomano, posteriores décadas de imperialismo franco-británico y la permanente injerencia del Occidente colectivo sobre el destino de los estados nacionales formados en su territorio, la milenaria Nación Siria sigue luchando hoy por la auténtica independencia.

Ver más
Fachada