Cómo EEUU e Israel se asociaron con el nuevo presidente de Siria para masacrar a los drusos

A medida que se difunden en las redes sociales vídeos tras vídeos de horrendas atrocidades cometidas en la gobernación de Sweida, en Siria, la evidencia indica que la matanza sectaria de la comunidad religiosa drusa por parte del gobierno sirio fue orquestada por Estados Unidos e Israel.

Las masacres son parte de un esfuerzo más amplio para obligar a los drusos a buscar protección de Israel y así dar al estado judío un pretexto para ocupar aún más el sur de Siria, establecer el Corredor de David  y mantener al país débil y dividido. 

El presidente sirio Ahmad al-Sharaa, el ex comandante de ISIS preparado  durante mucho tiempo por Estados Unidos y el Reino Unido para tomar el poder en Damasco, demostró ser un agente confiable en la ejecución del plan.

Una campaña para aplastar a los drusos

La violencia en Sweida comenzó  el domingo 13 de julio, cuando beduinos locales secuestraron a un vendedor de fruta druso en la carretera entre Sweida y Damasco. La situación se intensificó rápidamente con enfrentamientos entre milicias beduinas y facciones armadas drusas. 

El martes 15 de julio, Sharaa ordenó  al ejército sirio y a las fuerzas de seguridad interna desplegarse en la región, con el pretexto de detener los enfrentamientos y restablecer la seguridad y la paz civil.

Sin embargo, en lugar de intentar detener los combates, las fuerzas de Sharaa se unieron  a los grupos armados beduinos. Afirmando  que “venían a luchar contra los drusos”, las fuerzas sirias perpetraron la brutal masacre de cientos de civiles drusos, atacaron símbolos culturales de esa comunidad y saquearon e incendiaron sistemáticamente sus hogares.

El martes por la mañana, unidades de los Ministerios de Defensa e Interior de Siria irrumpieron en la ciudad de Sweida, alegando esfuerzos para frenar un brote de violencia comunitaria. Sin embargo, lo que siguió fue una escalada sangrienta, informó  Media Line .

“La violencia empeoró drásticamente tras la llegada de las fuerzas gubernamentales”,  escribieron  de manera similar  periodistas de Reuters, citando a residentes de Sweida que dijeron que los asesinatos fueron llevados a cabo por tropas sirias, “identificadas por sus uniformes y las insignias que llevaban”. 

Los partidarios del gobierno también reconocieron que las fuerzas de seguridad de Sharaa fueron enviadas para participar en la masacre, en lugar de ponerle fin.

El ex líder del Frente Al Nusra, Saleh al-Hamwi, criticó a Sharaa por afirmar que sus fuerzas intervinieron para disolver los enfrentamientos entre los beduinos y los “grupos ilegales” drusos.

“Eso no es cierto”, escribió  Hamwi en X. “La autoridad entró con su ejército y fuerzas de seguridad como grupo contra las milicias del líder espiritual druso Hikmat al-Hijri”.

Masacres sectarias

Miles de informes, fotografías y vídeos han circulado en Internet mostrando a civiles drusos siendo ejecutados, decapitados, secuestrados y humillados por combatientes gubernamentales y tribales.

Videos y fotos de combatientes gubernamentales y tribales humillando a hombres drusos capturados, afeitándoles sus bigotes tradicionales y asesinándolos , pronto dieron paso a videos aún más impactantes . Las fuerzas sirias se filmaron decapitando cadáveres con cuchillos, ejecutando a hombres drusos desarmados en la calle tras exigirles  conocer su religión, masacrando a familias enteras  en sus hogares  y secuestrando  a mujeres para esclavizarlas.

Un hombre fue atado  a una silla y quemado vivo, mientras que otro hombre fue asesinado junto con su familia mientras estaba sentado en su silla de ruedas en su casa.

Un impactante video difundido en internet  muestra los cadáveres de 15 drusos desarmados en la casa de huéspedes de la prominente familia Al-Radwan. 

Maan Radwan, cuyos familiares murieron en el tiroteo, declaró  a The Guardian : «Estaban sentados tomando café cuando entraron hombres armados y empezaron a disparar. En la sala no se permiten armas; no es como si hubiera sido una base militar».

Surgió un video que muestra, en el Hospital Nacional de la ciudad de Sweida, decenas de cadáveres de drusos que fueron masacrados  . 

El periodista palestino Wael Essam, que cubrió la guerra de 14 años en Siria para Al-Quds al-Arabi, informó  que, según fuentes del gobierno sirio, la masacre fue llevada a cabo por miembros de una facción vinculada al gobierno, Ansar al-Tawhid (División 82), contra milicianos drusos heridos y civiles acompañantes. 

Israel 'interviene'

Afirmando defender a los drusos, Israel intervino dramáticamente el miércoles 16 de julio bombardeando edificios gubernamentales en el corazón de Damasco, incluido el Ministerio de Defensa y cerca del Palacio Presidencial. 

La primera bomba alcanzó su objetivo durante una transmisión de noticias en vivo filmada en un estudio de televisión con vistas a la Plaza Omeya. 

Israel también bombardeó tanques sirios que fueron enviados a Sweida. 

Sharaa moviliza a las tribus

A pesar de la intervención israelí, unos 500 drusos habían sido asesinados en la ciudad de Sweida sólo en la mañana del jueves 17 de julio, la mayoría de ellos civiles muertos en sus hogares, informó  Al-Daraj .

Al-Daraj señala que, a pesar de ello, se lanzó una campaña mediática para atribuir a los drusos la culpabilidad de las masacres. La campaña incluyó la difusión de fotos falsas que supuestamente mostraban atrocidades cometidas por los drusos contra los beduinos locales.

Casi inmediatamente, a las fuerzas formales sirias se unieron en Sweida entre 7.000 y 10.000 combatientes árabes de las tribus Al-Oqaydat y Al-Nu'aim, que viajaron más de 700 millas desde Deir Ezzor, supuestamente para vengarse de los drusos, aunque estas tribus no tenían ninguna relación con las tribus árabes en Sweida.

Al-Daraj informa que combatientes tribales viajaron desde zonas de Deir Ezzor controladas no solo por Hay’at Tahrir al-Sham (HTS) de Sharaa, sino también por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), respaldadas por Estados Unidos y lideradas por los kurdos. Los combatientes atravesaron fácilmente los puestos de control controlados por ambos grupos.

La movilización estuvo encabezada por miembros de alto rango del gobierno sirio de cada tribu, entre ellos Mohammed Al-Jassim “Abu Amsha”, un destacado comandante del Ministerio de Defensa cuyas fuerzas lideraron las masacres de civiles alauitas en la costa siria en marzo, así como Hussein Al-Salameh, el ministro de Inteligencia sirio, y Youssef Al-Hajr, un destacado líder de HTS.

“El patrón de movilización tribal, el método de movimiento de los combatientes y su rápida llegada a través de los puestos de control militares y de seguridad muestran que no fue una respuesta espontánea o de represalia, sino parte de un plan alternativo bien pensado, implementado inmediatamente después del fracaso del primer ataque en Sweida”, concluyó Al-Daraja.

Aunque las SDF, aliadas de Estados Unidos e Israel, permitieron a los combatientes tribales pasar por sus puestos de control, la fuerza aérea israelí no tomó ninguna medida para bombardear sus convoyes mientras viajaban durante horas a través del desierto sirio abierto.

El papel de Estados Unidos e Israel

Wael Essam también informó que el ataque del gobierno sirio a Sweida fue planeado de antemano. 

Essam  escribió   el jueves 17 de julio que “las fuerzas gubernamentales llevaban una semana preparándose para asaltar Sweida, utilizando la historia de los beduinos como pretexto”.

Citando fuentes dentro del gobierno sirio, Essam afirmó que Mukhtar al-Turki y Abu al-Hassan al-Urduni eran los comandantes que supervisaban los preparativos para el ataque, bajo la supervisión directa de Sharaa.

No sólo el asalto a Sweida fue preparado de antemano, sino que Sharaa y sus comandantes militares fueron alentados a lanzarlo por funcionarios estadounidenses.

El aparato de seguridad recibió información falsa de fuentes cercanas a los estadounidenses de que los israelíes no intervendrían, pasara lo que pasara en Sweida. El Ministerio de Defensa continuó su avance, contrariamente al acuerdo previo con estadounidenses e israelíes, añadió Wael Essam.

Sharaa no habría lanzado el ataque a Sweida sin el permiso de Estados Unidos e Israel porque el primer ministro Netanyahu había prometido previamente defender a los drusos en Sweida y exigió que el sur de Siria siguiera siendo una "zona desmilitarizada".

Además, el bombardeo israelí del Ministerio de Defensa, cerca de la Plaza de los Omeyas, fue coordinado con la inteligencia turca para garantizar que no muriera ningún funcionario militar sirio importante.

“Antes de bombardear el cuartel general del Estado Mayor, los turcos informaron a varios funcionarios del gobierno de la necesidad de abandonar sus posiciones y evacuar a sus familias de Damasco”, añadió Essam.

Sharaa recibe 'luz verde'

Dos días después, surgieron detalles adicionales que indicaban que Estados Unidos e Israel habían instado a Sharaa a atacar Sweida. 

“Damasco creía que tenía luz verde tanto de Estados Unidos como de Israel para enviar sus fuerzas al sur, a pesar de meses de advertencias israelíes de no hacerlo”, informó  Reuters el 19 de julio.

"El gobierno de Siria malinterpretó cómo respondería Israel al despliegue de sus tropas en el sur del país esta semana, alentado por el mensaje de Estados Unidos de que Siria debería ser gobernada como un estado centralizado", dijeron a Reuters ocho fuentes familiarizadas con el asunto.

Reuters explicó además que el entendimiento se basó en comentarios “públicos y privados” del enviado especial de Estados Unidos para Siria, Thomas Barrack, “así como en las incipientes conversaciones de seguridad con Israel” en Bakú, Azerbaiyán.

Sin embargo, es muy improbable que Sharaa y su personal militar malinterpretaran tan erróneamente los mensajes estadounidenses e israelíes. Como señaló Reuters, funcionarios sirios e israelíes mantenían comunicación directa en el marco de las incipientes conversaciones sobre seguridad que se estaban llevando a cabo en Azerbaiyán.

Las conversaciones “produjeron un entendimiento sobre el despliegue de tropas en el sur de Siria para poner a Sweida bajo control del gobierno”, agregó Reuters, indicando nuevamente que los preparativos estaban en marcha para asaltar y tomar el control de Sweida una semana antes de que se lanzara el ataque, y que el conflicto entre drusos y beduinos era solo un pretexto.

Además, las autoridades sirias estaban coordinando directamente con sus homólogos israelíes cuando desplegaron tanques en Sweida.

Axios  informó   el miércoles 16 de julio que, según un funcionario estadounidense, “Siria había notificado a Israel con antelación sobre los tanques y dijo que su respuesta no estaba dirigida a Israel”.

A pesar de esta clara coordinación, el ejército israelí bombardeó los tanques, afirmando en un comunicado que habían entrado en una zona que Israel exigía que fuera desmilitarizada y que “Israel no permitirá una masacre de drusos en Siria”.

Esta explicación es poco probable, dada la estrecha coordinación entre ambas partes y la clara insistencia de Sharaa en no luchar contra las tropas israelíes de ocupación.

Además, a pesar de proporcionar cierta ayuda a los combatientes drusos, Israel permitió que se produjera una masacre de civiles drusos.

Israel da otra 'luz verde'

Dos días después, el viernes 18 de junio, mientras los drusos aterrorizados seguían esperando en vano que Israel y Estados Unidos intervinieran con fuerza para detener la matanza, Israel permitió más masacres al anunciar  que permitiría una “entrada limitada” de fuerzas sirias a Sweida durante “48 horas”.

Esa noche, Sharaa anunció  que “desplegaría una fuerza en el sur dedicada a poner fin a los enfrentamientos”, escribió Reuters , repitiendo la mentira de que el presidente sirio y ex comandante de ISIS estaba tratando de detener los asesinatos. 

Israel permitió que las fuerzas gubernamentales volvieran a entrar en Sweida, a pesar de que se entendía ampliamente, incluso por informes anteriores de Reuters, que los combatientes del Ministerio de Defensa y Seguridad Interna habían estado liderando las masacres.

La luz verde israelí que permitió a las fuerzas afiliadas al gobierno sirio ingresar nuevamente a Sweida y comenzar la matanza de nuevo fue revelada en el mismo informe de Reuters.

La agencia informa que sus reporteros observaron un convoy de combatientes de la Seguridad General de Siria, que fueron detenidos en una carretera en la provincia de Deraa, "esperando una luz verde final para entrar en Sweida".

“Pero miles de combatientes beduinos seguían llegando a Sweida el viernes, dijeron los periodistas de Reuters, lo que generó temores entre los residentes de que la violencia continuara sin cesar”.

¿Luchadores “tribales”?

A la mañana siguiente, sábado 18 de julio, se anunció un nuevo alto el fuego tras reuniones entre el líder espiritual druso Hikmat al-Hijri y funcionarios estadounidenses, sirios y jordanos en Ammán.

Sin embargo, un periodista sirio que visitó varias aldeas en Sweida el domingo 19 de julio, dijo a The Cradle que las fuerzas de seguridad sirias seguían permitiendo que combatientes tribales árabes y saqueadores beduinos pasaran sus puestos de control para entrar en las aldeas drusas y en la ciudad de Sweida.

Algunos de los combatientes tribales árabes con los que habló el periodista se jactaron de que trabajaban para el Ministerio de Defensa, pero no llevaban sus uniformes. 

Mientras luchaban informalmente como parte de milicias tribales, utilizaron armas distribuidas por el Ministerio de Defensa, incluidos drones, ametralladoras pesadas, misiles Grad y rifles de francotirador. 

Como también confirman  los videos en línea, el periodista afirmó que muchos llevaban insignias de ISIS, incluido un hombre de Seguridad General a quien logró fotografiar. Expresaron su admiración por el exlíder de la organización terrorista, Abu Bakr al-Baghdadi, y su deseo de aplastar a los drusos en nombre del islam.

¿Qué quiere Israel?

A pesar de las declaraciones de funcionarios sirios, israelíes y estadounidenses que afirmaban que deseaban proteger a los drusos, se espera que creamos que las potencias mundiales de alguna manera fueron incapaces de impedir que las tribus beduinas entraran en Sweida para continuar con los saqueos y las matanzas.

En realidad, Israel y Estados Unidos no sólo permitieron que se desarrollara la masacre sectaria en Sweida, sino que la orquestaron directamente en coordinación con al-Sharaa.

Debido a que las masacres fueron tan horrendas, cada vez más drusos creen que no tienen otra opción que recurrir a Israel, con la esperanza de que el Estado judío los proteja de las fuerzas vinculadas a ISIS que gobiernan Damasco.

Cuanto más se acercan los drusos a Israel, más los perciben como “traidores” muchos sunnitas sirios, lo que profundiza aún más la división sectaria del país.

Israel está ahora en posición de utilizar su pretendida “protección” de los drusos como pretexto para ampliar su ocupación del sur de Siria, incluida Sweida, y establecer el llamado Corredor de David, que une el Golán ocupado por Israel con la base militar estadounidense de Al-Tanf, sus aliados kurdos en las SDF en el noreste de Siria, y más allá, hasta Irak.

Al discutir la luz verde inicial de Israel, la propia agencia de noticias Reuters observó  que las masacres de drusos en Sweida pronto servirán a objetivos israelíes de larga data.

“Con más derramamiento de sangre y la creciente desconfianza hacia el gobierno de Sharaa entre las minorías”, existe un “temor real de que Siria se encamine hacia su fragmentación en pequeños estados”, escribió la agencia, citando a un alto funcionario del Golfo. Esto coincide con el objetivo de Israel de mantener a Siria “débil y descentralizada”, añadió la agencia.

En resumen, Israel empleó una táctica clásica de la mafia. Al igual que un jefe mafioso que envía a sus matones a aterrorizar al dueño de una tienda antes de exigir un pago por "protección", Israel ahora se presenta como el salvador de una crisis que contribuyó a crear, utilizando el derramamiento de sangre en Sweida para legitimar la ocupación permanente y redibujar el mapa del sur de Siria en su beneficio.