Para no olvidar al asesino turco que regresó a Damasco... siempre recordaremos a los mártires del 6 de mayo
Los sirios se han quedado dormidos desde la invasión turca de al-Jolani y la agrupación de los Hermanos Musulmanes. La desaparición de la civilización y los acontecimientos políticos será una característica del pueblo sirio si no se percata de la catástrofe en la que ha caído.
Los crímenes no mueren con el paso del tiempo. Los otomanos asesinaron a cientos de miles de personas de la región árabe del Levante. Sus masacres son innumerables. Nunca olvidaremos cómo se llevaban a nuestros hijos a las guerras. Nuestros hijos murieron en los Balcanes, en las guerras del Sultanato con Rusia y en las murallas de Viena. Y después de cada batalla, enterraban a nuestros mártires con los animales. No construyeron un solo cementerio para ellos, sino que los dejaron sin nombre ni tumba. Se fueron y no regresaron hasta ahora. Y no sabemos dónde están.
Los jóvenes que sobrevivieron trabajaron la tierra como campesinos y no como señores feudales designados por el Sultanato. Los campesinos trabajaban como esclavos día y noche en tierras que no eran suyas, en las que vivían como sirvientes. Por ello, los jóvenes emigraron y la región de Alepo se convirtió en un desierto por la falta de mano de obra que huyó y abandonó el país. Testimonio de ello es Sudamérica que estuvo repleta de inmigrantes sirios y libaneses cuyos descendientes se cuentan por millones hasta el día de hoy. Y todo ello, debido al empobrecimiento y esclavización sufrida en favor de la superioridad del elemento turco.
Los sirios no olvidan lo que alguna vez fue el “impuesto a los niños”, que obliga a los padres a presentar a uno de sus hijos pequeños al ejército del sultán, donde los soldados eran seleccionados de entre sus hermanos a corta edad y luego desaparecían para siempre porque eran criados solo en la lealtad al sultán y sin lazos con su familia... como los cachorros del Califato hoy, que es el proyecto del ejército de la extinción.
Generaciones sin escuelas, sin hospitales, sin universidades ni ciencia. No hubo ningún primer ministro en el Sultanato que fuera de origen árabe, sino que todos eran turcos. El Sultanato no aceptó ningún mufti árabe durante 400 años. Hubo sólo una excepción, un mufti de Alepo, que estuvo allí sólo dos años, en un lapso de cuatro siglos.
Sin ciudades, sin construcción... y pobreza sobre pobreza... Por eso los árabes se rebelaron contra este desprecio y lento genocidio, ante lo cual la respuesta del carnicero Jamal Pasha fue ejecutar a cualquiera que se opusiera a la política turca, misma que hoy ha regresado a través de los islamistas que están instaurando rápidamente la presencia turca.
Están llevando a cabo un peligroso cambio demográfico al exterminar a la población indígena y reemplazarla con asentamientos de países centroasiáticos para que estos grupos de inmigrantes sean los que impongan militarmente armas mediante en la sociedad árabe siria y entretengan a los árabes sunnitas con la religión y continúen la política de ignorancia y ahoguen a la sociedad con actividades puramente religiosas hasta que sufra una regresión intelectual.
La sociedad sumida en la ignorancia es la que Turquía gobernó durante 400 años... Y cuando despertó (principios del S. XX.), Turquía ejecutó a su élite para servir de lección a cualquiera que quiera despertar.
Los sirios se han quedado dormidos desde la (última) invasión turca de al-Jolani y la agrupación de los Hermanos Musulmanes. La desaparición de la civilización y los acontecimientos políticos será una característica del pueblo sirio si no se percata de la catástrofe en la que ha caído.
Y para que no lo olvidemos... recordemos que esta es la lista de los hombres valientes que fueron la antorcha que desafió a Turquía... y la oscuridad turca... que había desaparecido durante cien años... y ha regresado hoy para cernirse nuevamente sobre el Levante...
Mártires del 6 de mayo de 1916 en Damasco
Shafiq Moayyad al-Azm, de Damasco
Sheikh Abdul Hamid al-Zahrawi, de Homs
Omar al-Jazairy, nieto del Emir Abdelkader al-Jazairi de Damasco
Salim al-Jazairy, de Damasco
Shukri al-Asali, de Damasco
Abdul Wahab al-Inglizi, de Damasco
Rafiq Rizk Salloum, de Homs
Rushdi al-Shamaa, de Damasco
Mártires del 6 de mayo de 1916 en Beirut
Petro Pauli, de nacionalidad griega, residente en Beirut
George Haddad, del Monte Líbano
Saeed Fadel Aql, de Damour
Omar Hamad, de Beirut
Abdul Ghani al-Arisi, de Beirut
Sheikh Ahmed Tabbara, Imam de la Mezquita al-Nawfara en Beirut
Muhammad al-Shanti Aa-Yafi, de Jaffa
Tawfiq al-Bassat, de Sidón
Saifeddín al-Khatib, de Damasco
Ali bin Omar al-Nashashibi, de Jerusalén
Mahmoud Jalal al-Bukhari, de Damasco
Salim al-Jazaery, de Damasco
Amin Lutfi al-Hafez, de Damasco
Noureddín al-Qadi
► Publicación original en idioma árabe en este enlace .
Noticias relacionadas
-
Pablo Sapag: “Los drusos temen por su seguridad y no quieren ser gobernados por una ideología islamista radical”
-
¿Luz verde a fase final para la tan ansiada atomización de Siria?
-
Las Malvinas son Argentinas
-
El mahjar latinoamericano y las ondas telúricas sirias