Llamamiento global de las comunidades sirias víctimas de persecución y crímenes sectarios
En el marco de las graves violaciones contra las comunidades no mayoritarias en Siria ocurridas desde la toma del poder por el actual régimen de facto, la entidad global que nuclea a más de 30 instituciones de la comunidad islámica alauita en 11 países, impulsa un llamamiento de protección, justicia e intervención humanitaria.
La Federación Internacional de Organizaciones Alauitas en la diáspora (IFAO por su sigla en inglés) es una plataforma global unificadora, fundada por asociaciones y organizaciones alauitas de todos los continentes para coordinar esfuerzos, amplificar voces y preservar la identidad en el marco de la unión en pos de servir a un propósito común: el apoyo a la comunidad alauita dondequiera que resida. Cuenta hasta el momento con más de 30 instituciones miembros , las cuales representan a las comunidades de 11 países en América, Europa, Australia y el Cercano Oriente.
Ante el desplazamiento, las atrocidades y la marginación que enfrentan las comunidades islámicas alauitas, la Federación nació de la necesidad de responder colectivamente con el objetivo de fortalecer la resiliencia mediante el apoyo humanitario, la preservación cultural, la incidencia internacional y la documentación histórica.
En dicho marco, la Federación ha lanzado recientemente un llamamiento global en una reconocida plataforma electrónica de petitorios, en el cual denuncia la persecución y violaciones sufridas no solo por los alauitas sino también por el resto de las comunidades sirias que se han visto perseguidas y acosadas bajo el tutelaje y patrocinio del actual régimen de facto en Damasco, impuesto y sustentado por potencias extranjeras tras la caída del presidente Assad.
Compartimos aquí la traducción al español, a cargo de esta Redacción, del texto completo de la petición de firmas de apoyo, publicada en la plataforma global Change.org en idiomas inglés y árabe. El mismo se encuentra disponible en este enlace .
Llamado urgente de socorro ante la grave situación humanitaria que enfrentan las minorías, especialmente la comunidad alauita, en Siria y en el extranjero
Nosotros, un grupo de activistas de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil e individuos dentro y fuera de Siria, estamos pidiendo acciones urgentes de todos los países, organizaciones humanitarias e internacionales, UNICEF, la Cruz Roja y el ACNUR para abordar la trágica situación humanitaria en las zonas costeras sirias, las zonas rurales de Hama, Homs y otras áreas.
Contexto
Desde la caída del régimen anterior el 8 de diciembre de 2024 y la posterior toma del poder no democrática por parte de Hay'at Tahrir al-Sham (HTS, anteriormente Jabhat al-Nusra), liderada por Ahmad al-Sharaa (al-Jolani), la autoridad de facto ha aplicado una política de venganza contra las comunidades sirias —cristianas, drusas, shiítas, murshidíes, kurdas y, especialmente, alauitas— en lugar de lograr la justicia transicional. Esto ha socavado gravemente la paz y la coexistencia civil y amenaza con el colapso de la sociedad siria en todos los niveles.
La comunidad internacional y las organizaciones internacionales de derechos humanos reconocen ahora ampliamente que estas violaciones cometidas por las autoridades de facto han sido sistemáticas y dirigidas principalmente contra las minorías, en particular los miembros de la comunidad alauita, de una manera que contraviene los derechos humanos y el derecho internacional.
Según el informe oficial del Gobierno de Holanda a través de su Ministerio de Asuntos Exteriores, titulado “Ambtsbericht Syrië – mei 2025 ”, de mayo 2025, la comunidad alauita en Siria después de diciembre de 2024 enfrenta mayores riesgos de represalias, violencia y discriminación sectaria, incluyendo arresto, desaparición forzada y desplazamiento forzado, en ausencia de garantías legales efectivas de protección o justicia.
El informe señala que, en los meses posteriores a la caída del régimen sirio, la violencia contra los alauitas se intensificó drásticamente, abarcando desde acoso y arrestos hasta desapariciones forzadas. Ahora se les responsabiliza colectivamente de las acciones del antiguo régimen, lo que crea un clima de miedo e inseguridad, especialmente entre los exempleados estatales y miembros de los servicios de seguridad, quienes enfrentan un riesgo real de represalias.
Muchas familias alauitas se han visto obligadas a huir a zonas bajo administración kurda por temor a la muerte o al arresto. La ausencia de mecanismos de justicia transicional y de protección legal exacerba aún más los sentimientos de vulnerabilidad y la discriminación sectaria.
El informe advierte contra las evaluaciones apresuradas sobre la posibilidad del regreso de los alauitas, en particular de aquellos que ocuparon cargos en el ejército, el gobierno o los servicios de seguridad, dada la falta de garantías jurídicas que los protejan de represalias, arrestos o persecución selectiva.
El informe también destaca los graves desafíos que enfrentan otras minorías religiosas, como los cristianos, los drusos y los ismaelitas, bajo el nuevo régimen, acusado de intentar islamizar el Estado y marginar a los no sunnitas, a pesar de sus declaraciones oficiales de apertura y pluralismo. Los alauitas, en particular, son vistos como vinculados al régimen anterior, lo que los hace vulnerables a la persecución social, el arresto e incluso la pérdida de sus propiedades.
Esta información, emitida por un organismo gubernamental europeo confiable, constituye una prueba más de que las violaciones descritas en este llamamiento no representan incidentes aislados, sino que forman parte de un patrón sistemático que ha sido documentado internacionalmente.
Las violaciones incluyen:
► Despidos arbitrarios: Miles de empleados, principalmente pertenecientes a minorías y, en especial, alauitas, fueron despedidos, lo que agravó la pobreza. Más del 90 % de los sirios vive actualmente por debajo del umbral de pobreza. Un informe de campo de junio de 2025 reveló que el 71 % de los despedidos no pudo encontrar otro empleo.
► Arrestos arbitrarios: Más de 10.000 oficiales y efectivos del Ejército Árabe Sirio, en su mayoría alauitas, fueron detenidos, sin que se supiera nada sobre sus condiciones o paradero.
► Genocidio y limpieza sectaria: Se produjeron masacres generalizadas contra civiles alauitas en las zonas rurales de Hama, Homs y la región costera. Informes de derechos humanos indican que, entre el 8 de diciembre de 2024 y finales de febrero de 2025, más de 4.000 civiles fueron asesinados, entre ellos más de 130 niños y 200 mujeres.
► Movilización masiva y declaración del yihad: Entre el 7 y el 10 de marzo de 2025, una movilización general y una declaración del yihad contra los alauitas condujeron a masacres. Facciones radicales bajo el Ministerio de Defensa de Al-Sharaa llevaron a cabo purgas sectarias a gran escala, asesinando a más de 7.000 civiles alauitas, la mayoría mujeres y niños. Los informes documentan fosas comunes, saqueos, incendios de viviendas, destrucción de tierras de cultivo y desplazamientos forzados.
La más reciente de estas masacres fue el atentado terrorista perpetrado en la iglesia de San Elías en Al-Dweilaa el 22 de junio, que se cobró la vida de decenas de civiles cristianos.
► Desapariciones forzadas: Miles de civiles pertenecientes a minorías, en su mayoría alauitas, han desaparecido sin que se tenga información sobre su destino.
► Secuestro y trata de personas: Cientos de hombres pertenecientes a minorías, en particular alauitas, fueron secuestrados para pedir rescate. Mujeres y niñas, algunas de tan solo 11 años, fueron secuestradas, víctimas de trata o devueltas a sus familias tras el pago de rescates. Se han denunciado al menos 63 casos, incluidos 18 menores.
► Desplazamiento forzado: Cientos de familias fueron expulsadas de aldeas en el este de Hama, Homs, Talkalaj y la costa. Se confiscaron tierras y viviendas, lo que alteró significativamente la demografía. Más de 8.000 civiles alauitas, entre ellos mujeres, niños y ancianos, huyeron al aeropuerto de Hmeimim, controlado por Rusia. Muchos otros huyeron al noreste de Siria, controlado por los kurdos.
Informes de organizaciones de derechos humanos en el Líbano indican que más de 55.000 sirios alauitas huyeron a zonas fronterizas del Líbano, entre ellos la mitad mujeres, 2.153 niños menores de dos años y 2.175 ancianos. La mayoría vive en refugios improvisados sin seguridad, higiene ni atención médica básicas, mientras que las enfermedades, la desnutrición y el trauma psicológico son generalizados.
Las mujeres alauitas corren un riesgo especial, ya que carecen de acceso a atención sanitaria, saneamiento o alimentos y, al mismo tiempo, asumen todas las responsabilidades del cuidado de los niños.
Además, un gran número de shiítas de las zonas rurales de Homs y Sayyidah Zaynab (Provincia de Damasco) fueron desplazados al Líbano.
Figura legal de Genocidio
Según la Convención sobre el Genocidio de 1948, el genocidio se define como cualquier acto cometido con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, e incluye:
► Asesinato en masa y ataque directo a miembros del grupo.
► Causar daños físicos o psicológicos graves a los miembros del grupo.
► Imponer duras condiciones de vida que conduzcan a su eliminación progresiva.
► Impedir la reproducción dentro del grupo mediante la violencia sexual o el desplazamiento forzado.
► Trasladar forzosamente a niños a otros grupos con el fin de borrar su identidad.
Lo que está sucediendo ahora en Siria —las masacres masivas y los ataques sistemáticos contra minorías, especialmente alauitas— se ajusta a la definición establecida en la Convención contra el Genocidio y constituye genocidio según todos los estándares legales. Con base en lo anterior, nosotros, como activistas de derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil, hacemos un llamado a la comunidad internacional, a las organizaciones internacionales y humanitarias, y al ACNUR para que contribuyan a encontrar soluciones a esta tragedia humanitaria.
Recomendaciones urgentes:
Para garantizar una respuesta humanitaria eficaz, presentamos este informe detallado que destaca la condición de las minorías desplazadas después del 8 de diciembre de 2024, con las siguientes recomendaciones urgentes:
1. Protección jurídica y humanitaria
Poner en marcha un mecanismo de emergencia para registrar a los grupos minoritarios recientemente desplazados.
Prohibir la devolución forzosa de refugiados pertenecientes a minorías desde los países de acogida, especialmente en Europa, Australia, Estados Unidos y países vecinos.
Priorizar a las minorías perseguidas en los programas internacionales de reasentamiento.
Incluir explícitamente a las minorías perseguidas en los marcos de respuesta humanitaria.
Asignar fondos inmediatos para alojar a las personas desplazadas en zonas seguras en los países vecinos.
Congelar todas las confiscaciones de tierras y propiedades a las familias desplazadas por la fuerza.
Apoyar a las comunidades anfitrionas para aliviar las tensiones y fomentar la estabilidad local.
Garantizar una supervisión transparente de la prestación de la ayuda.
2. Justicia y rendición de cuentas
Documentar crímenes de desplazamiento sectario y abuso sistemático de minorías.
Establecer una unidad de investigación sobre la violencia sectaria y los asesinatos basados en la identidad.
Remitir todos los crímenes internacionales a la Corte Penal Internacional (CPI).
Imponer sanciones a todos los responsables de estos crímenes.
Proteger los monumentos religiosos y culturales de los grupos minoritarios.
3. Servicios psicosociales y esenciales
Brindar servicios de apoyo psicosocial y en situaciones de trauma a los sobrevivientes, especialmente mujeres y niños.
Establecer sistemas de protección para las mujeres en riesgo de violencia de género.
Garantizar el acceso a la educación para los niños pertenecientes a minorías desplazadas.
Integrar a las minorías en los programas de atención sanitaria y psicológica sin discriminación.
Establecer un fondo internacional para la reintegración o reasentamiento de las comunidades desplazadas.
Ofrecer becas educativas y visas de estudiantes para jóvenes pertenecientes a minorías afectadas.
Apoyar a las organizaciones de la sociedad civil que representan las voces de las minorías.
4. Emergencia e intervención humanitaria ampliada
Declarar zonas de desastre humanitario las localidades costeras y afectadas.
Entregar ayuda médica y alimentaria inmediata, supervisada por las Naciones Unidas, a estas zonas.
Rehabilitar escuelas y hospitales dañados.
Proporcionar apoyo logístico y de personal a los equipos humanitarios.
Garantizar que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) pongan en marcha programas de asistencia específicos para las minorías sirias desplazadas al Líbano y a los países vecinos debido a las masacres.
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