Siria asegura la ruta Damasco-Alepo

En el marco de su amplia operación militar en el cantón bajo control terrorista de la provincia de Idleb, y por primera vez desde 2012, las fuerzas del gobierno sirio han establecido el control de los 474 kilómetros de extensión de la carretera M5.

La importante arteria que conecta a todo el sector oeste más poblado del país, se extiende de sur a norte desde la provincia de Daraa en la frontera con Jordania, pasando por la capital nacional, Damasco, y las capitales provinciales de Homs y Hama, para terminar en la segunda ciudad del país y centro industrial, Alepo.

Entre el martes 11 y el miércoles 12 de febrero, el EAS y sus aliados recuperaron el distrito de Rashidin 4 en el conurbano sudoeste de la ciudad de Alepo, de manos de los terroristas del Frente Al Nusra y las milicias fanáticas asociadas.

Asimismo, también el miércoles, las tropas sirias tomaron el control de Khan Asal, ingresaron en las aldeas de Abu Shaylam, Arnaz, Aradah y Sheikh Ali; y comenzaron a accionar contra las posiciones terroristas en Kafr Nuran.

Estas victorias permitieron ampliar el anillo de seguridad para la metrópoli alepina, que aun después de su liberación en diciembre de 2017, ha venido siendo víctima de constantes ataques terroristas desde el cantón de Idleb (especialmente desde Rashidin 4), sobre infraestructura, barrios residenciales y posiciones de las fuerzas nacionales.

Semana de imparable avance

El destacado logro que implica la recuperación de la estratégica ruta en toda su extensión llegó como resultado de una exitosa semana de avances sirios tras la liberación de las ciudades de Saraqib el jueves 6 de febrero, y Ma’arrat al Nu'man el 28 de enero, ambas en el este y sureste de Idleb.

El pasado fin de semana, a la altura de la localidad de Al Eiss (prov. de Alepo), las Fuerzas Tigre del EAS que avanzaban desde Saraqib, se encontraron con sus camaradas encabezados por la 4ª Div. Blindada, que avanzaban más al norte, en el sudoeste de Alepo (fotos / video ).

A su vez, el domingo 9, el Comando del EAS anunció oficialmente la liberación de 600 kilómetros cuadrados en los últimos tres días, incluyendo decenas de localidades, pueblos y cerros  estratégicos, en las provincias de Idleb y Alepo. Se mencionó un total de 27 (video ).

Más tarde, el mismo día, el EAS recuperó al-Bawabiyya y al-Kusaybia al oeste de la M5; y Tal Hadya, al-Zarbah, al-Barqum, y el Centro de Investigaciones Agrícolas  ICARDA (fotos ), al este de la ruta.

El lunes, el EAS liberó del terrorismo a otras cuatro localidades en el sudoeste de Alepo: Qammari, Qanater, Kafr Halab y Miznaz.

Reacción terrorista con apoyo turco

El poderoso y desequilibrante avance sobre el terreno desarrollado durante las últimas semanas por parte de las fuerzas nacionales sirias y sus aliados en el frente de Idleb, desequilibró y desmoronó las defensas de las milicias extremistas que se vieron ampliamente superadas en toda el área al este de la M5, en las provincias de Idleb y Alepo.

Las tropas del EAS liberaron más de un 30 por ciento del territorio del cantón en lo que va de 2020, lo cual equivale a más de 2000 kilómetros cuadrados de superficie, e incluye más de cien localidades, cerros y puntos estratégicos (ver mapa comparativo en galería de imágenes).

Esto encendió todas las alarmas entre los poderes extranjeros que los sustentan, especialmente aquel que les otorga asistencia y cobertura directa en el terreno, y ha funcionado como su “garante” en el marco de los acuerdos políticos de Sochi y Astana; es decir el invasor régimen de Turquía, liderado por su presidente Recep Tayyip Erdogan.

El régimen turco no dudo en sacarse la máscara y exponer de la forma más evidente su histórico e irrestricto apoyo al extremismo en el norte y noroeste sirio. Esto pudo verse durante los últimos 10 días mediante la instalación relámpago de un gran número de “puestos de observación” colocados estratégicamente en distintas ubicaciones, según imponía el avance sirio, y con el objeto de funcionar como escudos de las posiciones terroristas y como excusa para amenazas mediáticas.

A su vez, Ankara reforzó durante la última semana el envío de nutridos convoyes militares de armamento pesado, vehículos armados y tropas para luchar codo a codo con las agrupaciones terroristas de Idleb.

En este marco, Al Nusra y sus aliados, encararon un importante contraataque con coches bomba el lunes 10 en el oeste de Saraqib (Nayrab), el cual fue repelido por el EAS. Sin embargo, los terroristas apoyados por artillería turca derribaron un helicóptero sirio en el área, mediante el lanzamiento de un misil desde posiciones militares turcas en Qaminas, matando a todo el personal sirio a bordo.  

También hubo ataques suicidas con bombas sobre posiciones sirias en Kafr Halab.

Hasta el momento, las ilegales acciones de Turquía en su apoyo al terrorismo a través de equipamiento, ataques de artillería, y operaciones mediáticas internacionales no han permitido a los extremistas de Al Nusra y aliados recuperar la iniciativa en Saraqib ni en ningún otro punto destacable.

Cunde la desesperación

Mientras el EAS reasegura los territorios recientemente liberados, se espera que la operación de liberación continúe en el corto plazo hacia otros puntos vitales del cantón, como las ciudades de Ariha, Atarib y la propia capital provincial, Idleb.

Ello dependerá, como es habitual, de las condiciones geográficas, logísticas y estratégicas en el terreno pero también de las presiones políticas ejercidas contra Damasco y sus aliados ya que la desesperación ante el avance sirio parece no ser solo de Turquía.

Los Estados Unidos y sus principales aliados de la OTAN (Gran Bretaña y Francia) que en el pasado han tenido fuertes tensiones con Turquía sobre sus operaciones contra sus patrocinados grupos kurdos en el norte de Siria, su participación en el formato Astana, el acuerdo S-400 y otros proyectos de cooperación con Irán y Rusia, ahora se han apresurado a mostrar su "decisivo apoyo" para el gobierno de Erdogan, mediante declaraciones y presiones diplomáticas internacionales en el ámbito de la ONU.

Tras una reunión de la organización atlántica este miércoles, las voces occidentales salieron al unísono en los medios dominantes internacionales:

El secretario general de la OTAN condenó los "ataques de Asad" a las tropas turcas. El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, dijo que Washington respaldaría a su "aliado de la OTAN, Turquía" y anunció que Jim Jeffrey iría a Ankara "para coordinar los pasos para responder a este ataque desestabilizador".

En respuesta, el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, pidió a los aliados de la OTAN que ejecuten “movimientos concretos” para detener la "agresión de Asad".

Sin embargo es posible que el movimiento concreto más probable de los "aliados" occidentales será golpear a Turquía en la espalda y aconsejarle que envíe más tropas turcas a morir en nombre de los grupos terroristas de Idleb vinculados a Al Qaeda.