Israel quiere impedir que el Líbano use su propia agua
Uno de los puestos fronterizos entre Israel y Líbano volvió a registrar este fin de semana sábado un nuevo incidente en el sur del Líbano después de que el propietario de un hotel turístico libanés decidiese utilizar una excavadora para desviar parte del cauce de uno de los ríos libaneses para abastecer las demandas de su complejo.
Uno de los puestos fronterizos entre Israel y Líbano volvió a registrar este fin de semana sábado un nuevo incidente en el sur del Líbano después de que el propietario de un hotel turístico libanés decidiese utilizar una excavadora para desviar parte del cauce de uno de los ríos libaneses para abastecer las demandas de su complejo.
Inmediatamente, Israel amenazó con intervenir militarmente para impedir esta tarea. La intervención de cascos azules españoles destacados en la base que Naciones Unidas tiene en Marjayoun evitó que el incidente escalara.
Israel consideró que la excavadora había ocupado parte de la frontera y violado la Resolución 1701 de la ONU, desviando el agua que sirve también para regar los cultivos de varias granjas israelíes.
El curso del río separa a ambos países desde hace más de una década, sin embargo no es el límite natural puesto que este territorio es históricamente libanés pese a haber sido ocupado por el ejército israelí al igual que las Chacras de Chebaa en 1967 y varias aldeas en 1948.
El incidente se produjo en la noche del pasado viernes, cuando las patrullas españolas de UNIFIL (la fuerza militar que tiene la ONU en el Líbano) observaron como la excavadora comenzaba a mover la tierra con la intención de que más cantidad de agua entrase en una zona de recreo destinada para los turistas que acuden al restaurante libanés. El empresario paralizó hace unos años la construcción de un hotel de varias plantas por temor a las agresiones israelíes.
El mando israelí advirtió a UNIFIL que la excavadora había sobrepasado la línea azul y había penetrado en su territorio por lo que si no cesaban las obras podría llevar a cabo una intervención militar.
Soldados de las Fuerzas Armadas Libanesas (LAF) mantienen también un punto de observación en una colina a escasos metros del Resort, pero no llegaron a intervenir. Sí, lo hizo el general jefe de la Brigada Libre Hidalgo, el español Andrés Chapa, que al mediodía del pasado sábado trató de convencer al empresario libanés para que cesará el movimiento de tierras, a la vez que se logró que Israel aceptase una moratoria para resolver el problema, que se complicó por una avería en la excavadora que quedó atrapada junto al río en el lado libanés.
Desde ese punto próximo al municipio de Chebaa, de unos 3.000 habitantes, Israel mantiene varias torres de comunicaciones. Este afluente, de la falda de los Altos del Golán, es el principal del río Jordán. Tanto su caudal como los pozos y los canales ilegales subterráneos que ha hecho Israel durante los años de ocupación, son utilizados para desviar el agua e impedir su uso por parte de sus legítimos dueños.
En mayo de 2000, el ejército israelí había sido expulsado del Sur del Líbano después de 22 años de ocupación gracias a la lucha de la resistencia libanesa. Poco tiempo después Israel amenazó con el uso de la fuerza militar a raíz de la decisión de los libaneses de hacerse con parte del caudal del agua de sus propios ríos.
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