Anuncian inicio de la reconstrucción en Líbano para fines de 2025
En medio de tensiones geopolíticas y condicionamientos internacionales, el proceso de reconstrucción posguerra en Líbano se perfila como un nuevo escenario de disputa por la soberanía y la autodeterminación del pueblo libanés.
El presidente del Consejo para el Desarrollo y la Reconstrucción, Mohammad Qabbani, anunció que el proceso de reconstrucción en Líbano comenzará a fines de este año, con una contribución inicial de 75 millones de dólares por parte del gobierno francés. El anuncio se produce luego del cese al fuego entre Israel y la Resistencia libanesa, que puso fin a más de un año de hostilidades fronterizas y dos meses de guerra abierta, dejando un saldo devastador en infraestructura, vivienda y sectores clave de la economía nacional.
En ese marco, el expresidente del Consejo de Obras Públicas y Transporte, Ali Hamie, designado previamente por el Movimiento Hezbollah como ministro, ha sido nombrado asesor presidencial para los asuntos de reconstrucción, según informaron medios libaneses. El presidente Josep Aoun confirmó ante una delegación de Hezbollah que "no existe vínculo entre las armas de la resistencia y el proceso de reconstrucción", y explicó el rol de un comité ministerial encargado de diseñar el plan correspondiente.
Asimismo, el mandatario expresó su intención de convocar a una conferencia internacional con la participación de Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Estados Unidos, Francia y Egipto, con el objetivo de movilizar apoyos multilaterales para la reconstrucción. Sin embargo, el canciller Youssef Rajji expresó a su par iraní Abbas Araghchi que “no habrá fondos para la reconstrucción si no se desarma” a la Resistencia, condición que fue rechazada por Teherán, cuyo canciller declaró tras reunirse con el presidente del Parlamento, Nabih Berri, que empresas iraníes están listas para colaborar si así lo decide el gobierno libanés.
El Banco Mundial estimó que el costo de recuperación y reconstrucción tras el conflicto asciende a 11 mil millones de dólares, en tanto que el impacto económico total supera los 14 mil millones. De ellos, 6.800 millones corresponden a daños estructurales y 7.200 millones a pérdidas productivas y costos operativos. El sector de vivienda fue el más afectado, con pérdidas que alcanzan los 4.600 millones, mientras que el turismo sufrió un retroceso de 3.600 millones.
Además, el informe advirtió que el PBI real del país cayó un 7,1 % en 2024, en comparación con una proyección del 0,9 % de crecimiento en ausencia del conflicto. Las regiones más golpeadas fueron el sur y el este del país, así como los suburbios del sur de Beirut, bastiones de la resistencia libanesa.
La devastación provocada por la agresión israelí ocurre en un país ya sumido en una crisis económica sin precedentes. Frente a este panorama, la reconstrucción no solo representa una necesidad urgente sino también una disputa abierta por el futuro político y social del país.
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