Cero moral... la caída de la política turca
El régimen autoritario de Turquía y su campaña de relaciones públicas en diversas partes del mundo en defensa de sí mismo y sus terroristas políticas de patrocionio del terrorismo, se manifiesta a través de declaraciones del líder del régimen y su primer ministro que se mutaron como de la noche a la mañana, para justificar el fiasco que enfrenta la política turca. Parece que las instrucciones que se habían emitido al aparato de gobierno, incluyendo los medios de comunicación favorecidos por el, fueron de moverse para salvar lo que queda de su credibilidad.
Se ha desplegado un mortal juego practicado por Erdogan y Davutoglu durante los últimos tres años, desde el inicio de la crisis en Siria, el cual muestra al mundo entero, los pueblos, funcionarios y organizaciones internacionales, gubernamentales y no gubernamentales; la participación del régimen turco en masacres cometidas por grupos terroristas en todas partes de la región comenzando en Siria y terminando en Irak, Egipto y Libia. No debemos sorprendernos por la emisión de informes posteriores que confirman el apoyo de Erdogan y su partido a la Hermandad Musulmana, a los terroristas de Boko Haram en Nigeria y los grupos terroristas en China y varios países africanos.
El cambio en plantear la cuestión de las políticas terroristas de Turquía contra Siria y contra el pueblo turco y sus intereses y reputación, refleja la controversia regional e internacional que gira en torno del irresponsable y destructivo papel de Erdogan y su partido dentro y fuera de Turquía. Más importante aún, llegó a la comunidad internacional y una gran cantidad de turcos están convencidos de que el régimen turco fue y sigue siendo una parte integral de los actos terroristas que golpearon Siria e Irak en los últimos años; o sea que no es parte de la solución, sino una parte esencial del problema.
Y esto ha llegado a oídos de los amigos de Turquía, sobre todo en la administración estadounidense y sus instituciones de seguridad, y ha llegado a los colegas y amigos de Erdogan y Davutoglu, europeos y árabes para dejarlos plenamente convencidos de que no pueden seguir apoyando la participación de los dirigentes turcos en apoyo del terrorismo -incluyendo al llamado E.I. y ramas de Al Qaeda- en lo que fue la campaña actual de diplomacia y medios de comunicación para sostener la práctica turca de terrorismo, todo esto sin duda refleja que la confianza de la dirección en mantener sus posiciones políticas y engañar al mundo, no continuará indefinidamente.
El estrepitoso escándalo de la terrible derrota que afectó a la diplomacia turca en la Asamblea General de las Naciones Unidas el jueves 16/10/2014, cuando cayera derrotada Turquía en las elecciones de los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, es una expresión de un rechazo estridente del mundo a las políticas de Turquía contra Siria e Irak, de su alianza con E.I. y el fracaso de las políticas de relaciones públicas llevadas a cabo por el gobierno de Erdogan para engañar a la opinión pública internacional. Esta derrota llevo a Erdogan y Davutoglu a repensar su política y sacar sus debidas conclusiones y lecciones.
Frente a una campaña de relaciones públicas llevada a cabo por el régimen turco, ya no es un secreto para nadie que quiera acceder a la verdad y reconocer las razones de la propagación del terrorismo en Siria e Iraq, que este proviene del papel desempeñado por Erdogan y dispositivos equivalentes a E.I. con dimensiones políticas sectarias idénticas a las que fungen de basales para el gobierno de la Hermandad Musulmana en Ankara.
En este caso, es necesario confirmar que las demandas de Ankara a algunos países occidentales de detener su apoyo a E.I. y otras organizaciones terroristas, no son inocentes o angelicales. Por cierto, ellos son los que animaron a Turquía a llevar adelante todo lo que se hizo. Sin embargo, saben bien cuándo tirar sus herramientas y sus títeres a la basura cuando les place, ya que cuando no reportan gestiones exitosas, los títeres se convierten solamente en una carga para sus amos.
Desde el comienzo de la guerra en Siria, la camarilla de Erdogan albergó terroristas y asesinos, las llamadas brigadas del Ejército Libre y demás criminales y terroristas sostenidos por Erdogan y las políticas de Netanyahu y el régimen saudí y otros partidarios de estos asesinos, ubicados en el Golfo y los países europeos.
En este contexto, ha adoptado Turquía la llamada coalición, el brazo político de los terroristas y a continuación, todo el conjunto de mercenarios que odian a Siria, incluyendo el “Frente Al Nusra” y el “Frente Islámico” y brigadas y batallones de terrorismo menores para conformar E.I., quienes encarnan la historia del Imperio Otomano y el legado de Erdogan que es un legado de vergüenza en todas sus dimensiones y significados.
Con todo este historial a cuestas, Erdogan sale a los medios de comunicación para decir que él respeta la voluntad y el derecho de los sirios, y no interfiere en los asuntos internos de Siria, y que no ha violado el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre la lucha contra el terrorismo, cuando en realidad ha brindado paso seguro a los terroristas a lo largo de una longitud de 1.200 Km., de los límites de Turquía con Siria e Irak; para que asesinos y criminales lleguen con toda facilidad a ambos países provenientes de más de ochenta países distintos.
La conexión entre el establishment turco y E.I. ya no es un acuerdo secreto, sobre todo luego del maloliente y “especial” arreglo entre E.I. y la inteligencia turca sobre la liberación de los diplomáticos y trabajadores en el Consulado Honorario turco en Mosul. Los diplomáticos turcos que salieron de su “detención” encontrándose en excelente estado de salud y forma física fueron la mayor expresión de las relaciones de “amor, lealtad y fidelidad” que une a E.I. con sus aliados turcos y la seguridad política que recibe de ellos.
Las maniobras no pudieron justificar la posición de Turquía en connivencia con E.I. en torno a la ciudad siria de Ain El Arab (Kobani), muchos de los funcionarios del mundo y los medios de comunicación internacionales no hablan de ello en estos días, pero el tema es la pasividad turca respecto a atacar a E.I. mientras brindan declaraciones falsas durante el día y les proporcionan armas y entrenamiento, finanzas y hoteles por la noche así como cura para los heridos de E.I. en sus hospitales “abiertamente”.
El régimen turco no negó la información documentada que confirma la continuación de las acciones de Turquía para rehabilitar al Frente Al Nusra, el cual aparece en la lista de organizaciones terroristas en el Consejo de Seguridad, incluyendo opiniones de algunos estados participantes de la llamada Alianza Internacional, especialmente Francia, Gran Bretaña y los Estados Unidos quienes votaron a favor de la Resolución 2170 del Consejo, que establece en su título y en todas las estipulaciones, la lucha contra E.I., el Frente Al Nusra y otras ramas de Al Qaeda en Siria e Irak.
Las organizaciones de la Hermandad Musulmana se aglutinan, liderados por Erdogan y Davutoglu, en el marco de la organización internacional de la Hermandad, buscando cambiar los estados y los sistemas a través de conspiraciones y terrorismo, especialmente se ha visto esto en lo que sucedió en Egipto, Libia y Túnez. Finalmente no pudieron lograr el cambio por el que trabajó la administración de Erdogan y el ‘Partido de la Justicia y el Desarrollo’ y permitir el acceso a objetivos que explican claramente los sentimientos de odio ejercido por Erdogan contra Siria y sus logros, así como su declarado 30 de junio en contra de la revolución en Egipto, que ha destrozado los sueños de Erdogan y sus hermanos “no musulmanes”, para no volver jamás, incluyendo la amenaza de estas políticas para la integridad territorial de Turquía y de su pueblo.
El capricho en establecer zonas de seguridad dentro de Siria, que surgió de los dirigentes turcos, liderados por Erdogan, y su primer ministro, dueño de la teoría de “cero problemas con los países de la vecindad turca”, se declaró en quiebra y no pudo avanzar en sus insensatas políticas de zonas seguras. Esto es una violación flagrante, cualquiera que sea su nombre, del derecho internacional, ya que hace caso omiso de la soberanía nacional de Siria y la santidad de su integridad territorial y viola el principio establecido por las Naciones Unidas sobre la base de la no injerencia primaria y privada en los asuntos internos de los estados, por no mencionar el golpe directo contra el principio de la buena vecindad y las relaciones amistosas entre las naciones.
Han obligado las políticas de Erdogan y el imprudente vicepresidente estadounidense Joe Biden a declarar su disgusto por el mal servicio proporcionado por Erdogan, la familia Saudita y otros estadounidenses a través de su apoyo a los grupos terroristas, incluyendo a E.I. el cual eventualmente cortará las gargantas de los estadounidenses y británicos, y han traído el miedo, no artificial esta vez, desde los países occidentales sobre la posibilidad de la devolución de estos terroristas a esos países. ¿Acaso no les duele que estén sonando las campanas de la llegada de la amenaza terrorista a ciudades capitales y principales como Canberra, Londres o París, y muchas ciudades de Estados Unidos, incluyendo Nueva York y Washington?
Han recibido con agrado las autoridades sirias la firmeza y responsabilidad de las actitudes hostiles hacia el liderazgo turco de diversos sectores de su pueblo, pues ellos tienen clara la distinción entre el delito terrorista practicado por este liderazgo y los intereses de vecindad de los dos pueblos y los lazos de afecto que unen al pueblo sirio con el pueblo turco, que se reforzaron con aquellos dentro de los diversos sectores de la población turca que a menudo desafían la dirección de Erdogan, y se oponen a sus declaraciones y posturas demagógicas y al asesinato de manifestantes pacíficos en las calles de Estambul y Ankara y las principales ciudades de Turquía.
Dice el proverbio popular: “Quien no se avergüenza, hace lo que le place” Este es el caso de Erdogan, que derramó sus tropas enviadas a matar a manifestantes pacíficos turcos y a girar dentro de Turquía de un lado a otro, llevando obscenos representantes que no saben hablar, y que dejan expuesta su política a la opinión pública turca y con ello a “sus seres queridos” en Washington y las capitales occidentales.
Erdogan, que ya no es, incluso delante de sus amigos, una fuente digna de confianza y de seguir en sus decisiones y reclamos. Por ejemplo, si hablamos de la temática palestina y descubrimos al final que lo que había hecho en Davos no podía haber provenido más que de un representante tonto, así como las actitudes sobre el problema de la nave turca, situación en la que los israelíes mataron deliberadamente un número de turcos que iban en camino hacia la solidaridad con el pueblo de Gaza. Tras la agresión de Israel en los años 2008-2009, todos ellos están en contradicción con la presencia de esta cálida relación estratégica entre Turquía y Israel y la magnitud de los grandes intercambios comerciales y turísticos tan en auge entre Israel y Turquía. Y la mayor parte de esto proviene de su pretensión de neutralidad para construir relaciones sofisticados con varios países en desarrollo en un momento en que Turquía sigue siendo un miembro clave de la OTAN!!!
Erdogan, que dio prioridad en las relaciones internas y externas a su lealtad a los grupos de la Hermandad Musulmana, a expensas de los intereses del pueblo turco y en detrimento de los principios y la moral en las relaciones bilaterales e internacionales, es la misma persona que no dejaba a un solo terrorista y criminal sin ser ingresado en Siria mientras afirmaba falsamente que él amaba y buscaba servir a su pueblo, mas no recibió el pueblo sirio de este «amor» más que destrucción y asesinato.
Siendo este el “criminal amor” que siente Erdogan por Siria y cualquier otro país, cabe entonces preguntarse: ¿Quién es el próximo pueblo o país que está en la lista de Erdogan, su política… y su amor?
El Gobierno de la República Árabe Siria ha confirmado sus posiciones y mensajes dirigidos a la opinión pública mundial y al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por el cual el pueblo sirio, que se enfrenta al asesinato y la destrucción provenientes del extranjero -especialmente de Erdogan y algunos de los líderes de las familias y países del golfo, así como presidentes y líderes de pro-sionistas de Europa y Estados Unidos- no será un mero espectador de los crímenes perpetrados en su contra por los dirigentes turcos y va a resistir, sobrevivir e incluso conquistar esta situación.
El pueblo sirio, que se ha relacionado fuertemente con cuantiosos aliados leales y fieles a los valores y principios éticos y humanos acordados, va a luchar por cada pulgada de su suelo inmaculado, incluyendo el apoyo a los hermanos héroes en Ain El Arab (Kobani) en particular. El pueblo sirio todo se enorgullece de su firmeza y no permitirá a Erdogan establecer regiones de seguridad tanto en la tierra como en el cielo sirios, ya que está preparado para apoyar al Ejército y las fuerzas armadas, sólidamente de pie detrás de ellos en el logro de sus victorias sin importar cuán grande sea el sacrificio o el incremento del número de mártires.
Siria considera a su pueblo como titular del derecho exclusivo a determinar sus opciones y su futuro para forjarse una vida digna bajo el cielo sirio y sobre la tierra siria.
***
D. Faisal Al Miqdad (*): Viceministro de Relaciones Exteriores de la República Árabe Siria
Noticias relacionadas
-
Damasco trata con la ONU implementación de proyectos de recuperación -
Comienza en Siria la recepción de postulaciones para concejales locales -
El Presidente sirio recibió a delegación parlamentaria de Paraguay -
Damasco y Teherán en consonancia contra la ocupación de territorio sirio -
Cumbre de Teherán pidió una rápida solución a la crisis en Siria
