León XIV llama a la paz y destaca la resistencia de los cristianos del Cercano Oriente

En una audiencia con representantes de los medios de comunicación y miembros de las Iglesias Católicas Orientales, el papa León XIV reiteró el compromiso de la Santa Sede con la paz y la justicia en las regiones azotadas por la violencia y la ocupación.

"La Santa Sede está siempre dispuesta a ayudar a que los enemigos se encuentren cara a cara para dialogar, para que los pueblos de todo el mundo puedan reencontrar la esperanza y recuperar la dignidad que merecen, la dignidad de la paz", declaró el pontífice. A tan solo una semana de su elección, León XIV ha convertido el llamado a la paz en el eje central de su mensaje pastoral.

En su discurso, el papa destacó el testimonio de los cristianos del Oriente Medio que "perseveran y resisten en sus tierras", en referencia a las comunidades en Siria, Líbano, Irak y Palestina, quienes continúan enfrentando la doble amenaza de la persecución y el abandono internacional. En ese marco, reiteró que "la guerra nunca es inevitable" y que "las armas pueden y deben ser silenciadas, porque no resuelven los problemas, sino que los agravan". Denunció también las narrativas simplistas que dividen al mundo entre buenos y malos, afirmando que "nuestros prójimos no son ante todo enemigos, sino seres humanos".

Durante su intervención dominical, León XIV abogó por una "paz auténtica y duradera" en Ucrania, un cese al fuego en Gaza, la liberación de los rehenes israelíes en manos de Hamas y saludó el frágil alto el fuego entre India y Pakistán. Asimismo, mantuvo una conversación telefónica con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, a quien ofreció la mediación del Vaticano para facilitar negociaciones de paz. Según fuentes oficiales, se espera la presencia del mandatario ucraniano en la misa de entronización del papa prevista para el 18 de mayo en la Plaza de San Pedro.

El mundo recibe con suma satisfacción el enfoque del papa León XIV, en clara continuidad con el legado de su predecesor el papa Francisco, se inscribe en una voluntad de reconstrucción institucional y de afirmación de la dignidad de los pueblos sometidos a la guerra, la ocupación y la impunidad internacional.