El régimen israelí afirma que se apoderará de toda Gaza

El primer ministro Benjamín Netanyahu aseguró este lunes que “Israel tomará el control de todo el territorio de la Franja de Gaza”, en el marco de una intensificación sin precedentes de la agresión militar genocida iniciada en octubre de 2023.

La declaración, difundida a través de sus redes sociales, coincide con una jornada de bombardeos masivos en toda Gaza, donde la defensa civil palestina reportó más de 50 muertos en un solo día y decenas de heridos por ataques aéreos y terrestres. La ciudad de Khan Yunis fue nuevamente blanco de una campaña de destrucción intensiva, mientras las fuerzas israelíes instaban a la población civil a evacuar en medio del caos.

El régimen de ocupación ha ordenado evacuaciones en sectores densamente poblados, incluyendo zonas de refugio previamente designadas, lo que ha generado un desplazamiento forzado masivo sin garantías de seguridad ni asistencia.

Simultáneamente, Israel permitió el ingreso de un pequeño contingente de camiones con ayuda humanitaria tras más de dos meses de bloqueo total, una medida que tanto la ONU como la OMS calificaron de insuficiente para mitigar el hambre generalizada y el colapso sanitario. “El riesgo de hambruna en Gaza es creciente debido al bloqueo deliberado de la ayuda”, advirtió el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Desde el inicio de esta nueva fase de ataques el 18 de marzo, el ministerio de Salud en Gaza ha contabilizado más de 3.300 muertes adicionales, llevando el total de víctimas desde octubre a más de 53.000. Entre ellas, la mayoría son civiles, incluyendo miles de niños.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunció que la destrucción sistemática de barrios enteros, los desplazamientos forzados y la denegación de ayuda constituyen “acciones en desafío al derecho internacional y equiparables a una limpieza étnica”.

Mientras sectores de la ultraderecha israelí rechazan incluso la reanudación limitada de asistencia humanitaria, Netanyahu justifica la medida por razones “prácticas y diplomáticas”, temiendo el efecto internacional de la hambruna televisada. En paralelo, la comunidad internacional sigue sin imponer sanciones efectivas, permitiendo que la impunidad se imponga por sobre la legalidad internacional.

La promesa de Netanyahu de controlar toda Gaza revela el objetivo de anexión y despojo del régimen israelí, disfrazado bajo el discurso de seguridad. Frente a esta arremetida, la resistencia palestina, el tejido social bajo asedio y los organismos humanitarios enfrentan el desafío de sostener la vida y la dignidad en condiciones extremas, reafirmando la centralidad de la lucha por la soberanía y la reconstrucción nacional.