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viernes, 12 de febrero de 2016

Zuain (Parte 1): “Primero la agenda y luego el desarrollo institucional”

Por Jodor Jalit

Tras cuatro años como Secretario de Relaciones Exteriores (vicecanciller), Eduardo Zuain, recibió el encargo de dirigir la Embajada Argentina en Paraguay, por parte de la Canciller Susana Malcorra y del nuevo gobierno del Presidente Mauricio Macri. Antes de partir visitó el Club Sirio Libanés y compartió una charla amena con el Diario Sirio Libanés donde hizo un balance sobre su gestión y delineó futuros desafíos.

Ya con el nuevo destino en vista, y su pronta partida, ¿qué expectativas tiene y qué objetivos tiene en esta etapa de su carrera diplomática?

En principio quiero profundizar y desarrollar la cooperación entre ambos países enfocándome en temas vitales como la Hidrovía, el aumento del comercio bilateral, el desarrollo de la frontera, así como la coordinación en Seguridad y lucha contra el narcotráfico.

Tenemos que aprovechar toda la potencialidad que brinda la Embajada Argentina en Paraguay, la que cuenta con un importante anfiteatro, existe un colegio que ocupa el solar en el que vivió Sarmiento hasta su muerte.

Todo ello son elementos que nos permitirán profundizar la integración en beneficio de ambos países y superar de una vez por todas los desencuentros del pasado y la historia. Somos pueblos hermanos que queremos mejorar, desarrollarnos y vivir juntos.

Ud. es la encarnación de la otra parte de la colectividad; la que migró al interior y a fuerza de sacrificio se construyó a sí mismo, ¿nos podría contar un poco sobre su familia en la Argentina y Líbano?

Mi familia es del interior del país, de la ciudad de La Banda en la provincia de Santiago del Estero. Para estudiar abogacía me mudé a la ciudad de Tucumán, y luego ingresé al Instituto del Servicio Exterior de la Nación en la ciudad de Buenos Aires.

Con respecto a mi familia en Líbano, te puedo decir que mi abuelo nació en un pequeño pueblo de Keserwan llamado Azra, aunque el lugar de origen de la familia es Yachyouch, muy cerca de Azra. Mi abuela vino de Ain Aar, un hermoso poblado de El Metn .Visité Líbano en seis oportunidades, y la última fue en ocasión del Congreso de la Diáspora Libanesa.

Al Congreso de la Diáspora fue en representación del gobierno argentino, y tuvo la oportunidad de formar parte de los paneles. ¿Cómo fue su participación en el mismo?

Durante el Congreso participé en dos paneles, donde expuse la necesidad de movilizar, articular y organizar a la diáspora en torno a causas que fortalezcan el desarrollo de Líbano. En el mundo, la colectividad libanesa cuenta con referentes importantes y debemos convocarlos para trabajar de manera conjunta. Tenemos que redoblar el esfuerzo para acordar una agenda mundial común de todos los descendientes de libaneses en el mundo.

Sé muy bien que es un desafío enorme pero lo tenemos que hacer. Muchas veces tanto en Sudamérica como Medio Oriente nos obstinamos en crear  instituciones que luego no pueden articular agendas.

Creo que tenemos que hacer al revés: primero la agenda y luego el desarrollo institucional al calor de ella. 

Siendo que el vínculo político y económico entre Líbano y Argentina se ha desarrollado progresivamente, ¿es el intercambio cultural a nivel universitario y profesional una cuenta pendiente?

Creo que debemos explotar mucho más a las universidades, porque hemos sido un país con poca vinculación institucional con el Mundo Árabe. Todo eso a pesar de los vínculos personales por razones familiares.

Las universidades son las instituciones que nos van a permitir articular proyectos concretos que sean útiles para la Argentina. Por ejemplo, se podría becar a estudiantes argentinos para que estudien en Líbano cómo desarrollar empresas mixtas.

Ud. viajó en un momento políticamente sensible para Líbano, ¿qué representantes del gobierno libanés lo recibieron durante su visita?

Como mi visita era oficial, y yo viajé en carácter de Secretario de Relaciones Exteriores, me entreviste con el Primer Ministro Tammam Salam, el Presidente del Parlamento Nabih Berri, y con el Patriarca Maronita Bechara Rai. Además me reuní con líderes políticos como Michel Aoun y Samir Geagea, entre otros referentes políticos y sociales, periodistas, etc.

Obviamente, tuve el placer de visitar nuevamente el pueblo de mi abuelo y a mis familiares que viven en la zona. En Yachyouch fui recibido por el alcalde de esa ciudad, de apellido Zouein, y el conjunto de los referentes de esa importante comunidad. Visité también la iglesia familiar donde se realizó una muy emotiva ceremonia.

Muy agradecido también con otro miembro importante de la familia, la Diputada Nacional Gilberte Zouein, quien realizó una importante recepción en su casa de Jounieh con motivo de mi visita.

Una deuda eterna de gratitud ante tanto afecto y la reafirmación de la importancia de los valores familiares y la hospitalidad que tanto caracteriza al libanés y al árabe en general.

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