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jueves, 09 de febrero de 2017

Manipulación y propaganda mediática (Parte 2)

Por Ian Sinclair (*) / Traducido por Redacción Diario Sirio Libanés

Los medios ignoran filtrados documentos del gobierno de EEUU sobre Siria. Ian Sinclair los analiza y expone en detalle.

► Viene de Parte 1

Un informe clasificado de 2012, de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), publicado por el derechista perro guardián Judicial Watch, provee un contexto importante a las afirmaciones de Kerry. El pesado documento de la DIA (el brazo de inteligencia del Departamento de Defensa de EEUU) dice “los salafistas, la Hermandad Musulmana, y AQI (Al Qaeda en Irak), son las mayores fuerzas guiando la insurgencia en Siria” y “Occidente, los países del Golfo y Turquía apoyan la oposición”.

Hablando en una cena en 2013 del Fondo Judío Unido, transcripción de lo cual fue publicada por Wikileaks, la ex–secretaria de Estado Hillary Clinton confirmó que el aliado de EEUU, Arabia Saudita, “y otros, están enviando grandes cantidades de armas – y de forma cuasi indiscriminada – para nada destinadas a gente que pensaríamos sería más moderada, al menos en apariencia, para causar problemas en el futuro”.

Y se pone peor. Discutiendo la crisis, el reporte de la DIA dice “Existe la posibilidad de que (la oposición) establezca un declarado o no declarado Principado Salafista en el este de Siria… y esto es exactamente lo que los poderes que sustentan la oposición desean, con objeto de aislar al régimen sirio”.

Esta aterradora revelación fue aparentemente confirmada por el Gral. Michael T. Flynn, director de DIA de 2012 a 2014 (y ahora Consejero de Seguridad Nacional del presidente Trump), en una entrevista de 2015 con el periodista Mehdi Hasan de Al Jazeera, y también parece que por Kerry cuando les dijo a los activistas sirios:

“La razón por la que Rusia ingresó (al conflicto), es porque DAESH (E.I.) se estaba haciendo fuerte. DAESH estaba amenazando con la posibilidad de ir a Damasco… Y nosotros sabíamos que esto estaba creciendo. Estábamos observando. Vimos que DAESH estaba creciendo en fuerza. Y pensamos que Asad estaba amenazado. Pensamos, sin embargo, que podríamos probablemente manejar la situación, que Asad podría entonces negociar, pero en lugar de negociar hizo que Putin lo apoyara”.

En síntesis, la información filtrada contradice absolutamente la imagen popular de las benevolentes intenciones occidentales, emanada por la inacción y el ineficaz liderazgo del presidente Obama.  

En su lugar, la evidencia muestra que EEUU ha estado enviando una “extraordinaria cantidad” de armas a los insurgentes armados en Siria, en total conocimiento que los salafistas, la Hermandad Musulmana, y Al Qaeda en Irak eran las “mayores fuerzas” dirigiendo la insurgencia. Hicieron esto entendiendo que enviar armas escalaría los combates y no “terminaría bien para los sirios”.

Más aun, EEUU ha sabido desde siempre que su aliado regional, Arabia Saudita, y otros Estados del Golfo han estado sosteniendo extremistas en Siria. Y, lo más chocante de todo, de ser verdad, ambos Kerry y el informe de la DIA parecen mostrar que EEUU permitió a los precursores de DAESH expandirse y amenazar al gobierno sirio, pues esto jugaba a favor de los objetivos geo-estratégicos de Washington.

Yendo más allá, al exponer como los EEUU vieron con beneplácito el crecimiento de DAESH en Siria, las fugas informativas socaban la racionalidad misma de la llamada “Guerra contra el Terror”, que occidente supuestamente ha estado combatiendo desde 2001.

Estas son, en resumen, noticias bomba que deberían ser notas de tapa, con extensos seguimientos investigativos y cientos de editoriales indignadas ante las mentiras e hipocresía de los gobiernos occidentales.

En cambio, las revelaciones han desaparecido por el agujero de la memoria , con una enorme brecha entre su importancia y la falta de cobertura, lo cual indica un sistema de propaganda espantosamente eficiente.

Vale la pena destacar sin embargo, que como observador y lector, más que como afamado experto, bien puede haber importantes contextos o informaciones de las cuales no estoy al tanto, lo cual provee una diferente lectura del material filtrado. Esto disminuiría su importancia, y por ende, justificaría que los medios masivos lo hayan ignorado por tanto tiempo.

Por supuesto, la mejor manera de confirmar la exactitud e importancia de las fugas es por parte de los medios, hacer su trabajo e investigar minuciosamente las revelaciones, dedicar recursos significativos y mano de obra a la historia, y hacer preguntas incómodas y de investigación frente al poder establecido.

Pero no cuento con que eso pase.

 

 

(*) Ian Sinclair es un escritor independiente con base en Londres. Es autor de The March that Shook Blair: An Oral History of 15 February 2003 (La Marcha que sacudió a Blair: Una historia oral del 15 de febrero de 2003). Se lo puede encontrar en su cuenta de Twitter @IanJSinclair .

La publicación original en inglés con fecha 6 de febrero del portal The New Arab, fue censurada a las 48 hs., pero puede encontrarse en este enlace

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