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viernes, 09 de febrero de 2018

Las definiciones de Hariri en el Foro Económico Mundial ‘18

Por Abás Tanus Mafud

Setenta jefes de Estado y gobierno, representantes del sector bancario, empresarial y de la sociedad civil, analizaron el camino que experimenta la economía mundial.

El Primer Ministro de Líbano, Saad Hariri, disertó en el marco de la reunión anual del Foro Económico Mundial celebrada entre los días 23 y 26 de enero del presente año en la ciudad de Davos, Suiza; retomando de esta manera la participación libanesa en dicho evento, ya que la última se remonta al año 2016 con el entonces premier Tammam Salam.

Con el objetivo de “crear un futuro compartido en un mundo fracturado”, setenta jefes de Estado y gobierno, representantes del sector bancario, empresarial y de la sociedad civil, analizaron el camino que recorre la economía mundial y los principales desafíos en el corto y mediano plazo.

Se destacó la presencia de los presidentes Donald Trump (Estados Unidos), Xi Jimping (China) y Emmanuel Macron (Francia); premieres Theresa May (Reino Unido), Narendra Modi (India) y Justin Trudeau (Canadá); la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, y los directores ejecutivos Jack Ma (Alibaba), Sundar Pichai (Google), Satya Nadella (Microsoft), entre otros.

En ese contexto, la intervención de Hariri estuvo marcada por tres ejes: la promoción de las tres cumbres de apoyo a Líbano que tendrán lugar este año: Roma II (ayuda a las fuerzas militares y de seguridad civil), París (infraestructura y economía) y Bruselas (fondos para la asistencia al millón y medio de refugiados que viven en territorio libanés). Además, se abordó la posición del Líbano en el actual escenario regional y los objetivos de gobierno.

Respecto al primer punto, Hariri mantuvo reuniones paralelas al foro con el Rey de Jordania, Abdullah II; el presidente de Suiza; los primeros ministros de Italia, Paolo Gentiloni, y de Irak, Haidar Al Abadi, Alain Berse; y el ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Adel Al Jubeir. Mientras que para el segundo y tercer punto, fue clave la disertación que realizó frente al auditorio el día 24 de enero, de la cual se desprenden las siguientes definiciones:

“Mi relación con Arabia Saudita está en su mejor momento, lo que sucedió es parte del pasado. Las relaciones con Arabia Saudita y los Países del Golfo (se centró en Emiratos Árabes Unidos), han traído un montón de beneficios para el Líbano”, manifestó Hariri, mostrándose comprometido a liderar el país frente a los problemas y desafíos que se vislumbran en el horizonte.

“El único motivo que me hizo retractar la renuncia es el compromiso de todos los partidos políticos a implementar una política de disociación de los conflictos regionales, respetando a todos los libaneses. Esta visión salvará al país, ya que tuvimos tres años sin presidente y con las instituciones paralizadas”, al tiempo que afirmó que el presidente Aoun respalda dicha política.

“La única amenaza que veo es el posible errante accionar de Israel, fruto de un error de cálculo. Creo que esta es una amenaza real. Entiendo que todos los otros problemas son desafiantes, pero cuando Israel decide ir a la guerra contra Líbano, se transforma en algo inexplicable. El problema no es sólo en Líbano, miren a Palestina. Si buscás la paz, tenés que aceptar la existencia de una contraparte, hablar con ella, aceptar que tiene derechos y a partir de ello, resolver las diferencias. Creo que la administración actual en Israel no quiere la paz”, sentenció.

“Estados Unidos debe enfocarse en Hezbollah y no sancionar a todo el Líbano. Debe ayudarnos a encontrar una mejor política que elimine la corrupción, y tener un trato con Irán de Estado a Estado”. De esta manera, Hariri cuestionó la interferencia de actores paraestatales en las relaciones bilaterales entre ambos países.

“Nuestros desafíos son grandes: tenemos un gran déficit, y cada ministerio se comprometió a reducir el déficit en un 20%. Además, estamos trabajando en la celebración de otra cumbre en Paris para obtener capitales con los cuales desarrollar la infraestructura existente”, esbozó el premier. También realizó un llamado a la comunidad internacional para que actúe con coherencia y responsabilidad social, resaltando que “los servicios públicos del país no se pueden transformar en los de la comunidad internacional”.

“No queremos donaciones sino que los capitales árabes inviertan en Líbano, y de eso manera fortalecer a la región, crear nuevas alianzas. Por ejemplo, libaneses invirtiendo en Arabia Saudita y viceversa”, trayendo a colación la complementariedad económica que logró la Unión Europea entre sus miembros, y remarcando que el “Líbano tiene excelentes relaciones con los países de la región”.

Por último, Saad Hariri se mostró satisfecho por el resultado de su participación en el foro debido porque significó una nueva oportunidad para aumentar la presencia del Líbano en el escenario internacional, ofreciendo una excelente oportunidad para promociones las cumbres de apoyo al Líbano que se realizarán este año.

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