Drogadicción y Alcoholismo: Prevención

El narcotráfico, y sus emergentes financieros, se han venido convirtiendo en un flagelo en nuestro país. Si existiera como política de estado la voluntad férrea de combatirlos,  muy pobres serían los resultados que pudieran obtenerse si sólo se actuara contra la oferta de sus productos. Y esto sería así, aun en caso de utilizar eficientemente todos los recursos con los que puedan contar los organismos encargados de dichas tareas.

Los “oferentes” de estos mercados, vienen demostrando una extraordinaria capacidad para burlar las leyes. Y sus enormes ganancias,  les permiten corromper políticos,  miembros de las fuerzas de seguridad,  y del poder judicial.

Si la sociedad argentina quiere tener algún grado de éxito en la lucha contra el consumo y el tráfico de drogas ilegales, debe entonces, necesariamente, actuar férreamente en pos de desincentivar la demanda de las mismas. Esto mismo aplica respecto del alcoholismo. Apuntando a estos fines, se torna imprescindible la concientización de nuestros niños y jóvenes con respecto a los daños graves, y muchas veces irreparables que traen aparejados las adicciones a las drogas y al alcohol.

Una condición –si bien no suficiente- necesaria para ello, consiste en la inclusión dentro de las currículas escolares de los colegios primarios y secundarios,  del dictado de una materia  con tales objetivos.

En muchos países se ha comprobado que con luchar únicamente atacando a la oferta, sólo se consigue hacer más ricos a los narcotraficantes, y a muchos de los que deben combatirlos.

El único camino es el de la prevención. Y hacia allí deben apuntar nuestras autoridades.

Julio C. Brahim