El petróleo sirio en un nuevo episodio de saqueo imperial

El noreste de Siria, región conocida como al-Jazeera (la península), es el territorio nacional que abarca el triángulo entre el Éufrates y los límites con Irak y Turquía, compuesto por porciones de las provincias de Alepo, Raqqa, Deir Ezzor y toda la provincia de Hasaka.

Es a su vez el área que alberga la gran mayoría del petróleo del país y casualmente es también la zona donde se concentran la mayoría de las tropas estadounidenses ocupantes del territorio sirio, en sustento de sus agentes locales.

Damasco ha acusado repetidamente a las fuerzas estadounidenses y sus aliados de las milicias kurdas de robar el petróleo de la nación, con reportes de inteligencia que han confirmado el envío de decenas de millones de dólares de oro negro fuera del país cada mes.

Esta semana, en un nuevo episodio de flagrante expoliación, un convoy de 35 camiones cisterna de la región de al-Jazeera, en el noreste de Siria, salió del país hacia el norte de Irak, según informó la agencia nacional siria SANA, citando fuentes locales. Según los informes, el convoy salió de la provincia de Hasakah el miércoles por la noche.

Junto con la exportación ilegal de petróleo sirio, se dijo que las fuerzas estadounidenses llevaron seis vehículos militares con 50 soldados desde Irak a Siria, y las fuerzas reforzaron la presencia estadounidense en el improvisado aeropuerto Kharab al-Jeer en el noreste de Hasakah.

A su vez en noticias relacionadas, los residentes de la aldea de Tal Sateeh salieron a las calles en las afueras de la ciudad de Qamishli el jueves, portando banderas nacionales, retratos del presidente de Siria y carteles exigiendo que las fuerzas turcas y de la “ocupación sionista estadounidense” se retiren de la región de inmediato y dejen de saquear sus recursos de tierra, petróleo y trigo.

Las protestas de los residentes locales se intensificaron hace un mes después de que un soldado del Ejército Árabe Sirio fuera asesinado en un puesto de control cerca de la aldea de Tal Al-Zahab.

Estados Unidos ha estado fortaleciendo su presencia en Siria en las últimas semanas, a pesar de las pretendidas promesas del presidente Trump de retirarse del país devastado por la guerra a fines del año pasado. La semana pasada, funcionarios estadounidenses y medios sirios informaron sobre la entrega de tropas y vehículos adicionales al país desde el vecino Irak.

El año pasado, la inteligencia militar rusa publicó un informe sobre las actividades de contrabando de petróleo de Estados Unidos en Siria, revelando que el Pentágono, la CIA, contratistas militares privados y milicias kurdas estaban involucrados en el envío ilegal de petróleo sirio, por un valor superior a los 30 millones de dólares , desde el país devastado por la guerra cada mes.

Antes del inicio en 2011 del conflicto terrorista impuesto, Siria producía alrededor de 400 mil barriles de petróleo por día, suficiente para proporcionar al país autosuficiencia energética y hasta el 20 por ciento de los ingresos del Estado. Esta proporción se vio drásticamente reducida durante la guerra.

Siria y sus aliados ven el retorno de los recursos energéticos de la nación como un requisito crucial para la tan necesaria reconstrucción del país, que merced a los daños causados durante el conflicto requiere según cálculos estimados, entre 200 y 400 mil millones de dólares, en palabras del propio presidente Asad.

Sin embargo, en vista de la derrota en el terreno bélico del plan desestabilizador terrorista pergeñado por Washington y sus aliados para Siria, la administración Trump se ha comprometido en repetidas ocasiones a “tomar” y “conservar” el petróleo de Siria y evitar que caiga en manos del gobierno sirio, so pretexto de “cuidarlo del terrorismo” en pos de extender el conflicto, la ilegal ocupación estadounidense y postergar la restauración y reconstrucción del país.