Nuevas restricciones del régimen ocupante buscan convertir Cisjordania en otra Gaza

La ONG Human Rights Watch (HRW) aseguró que la nueva política del régimen israelí, que entró en vigor desde octubre pasado, está diseñada para debilitar los lazos sociales, culturales e intelectuales entre los palestinos y el mundo exterior.

Mediante un reporte del 23 de enero, la organización denunció las severas restricciones impuestas por el régimen de Tel Aviv contra extranjeros que quieren entrar o residir en Cisjordania.

“Israel da un paso más para convertir Cisjordania en otra Gaza, donde dos millones de palestinos viven prácticamente aislados desde hace más de 15 años”, aseguraron.

Las pautas, redactadas por COGAT, (organismo del Ministerio de Defensa israelí responsable de los asuntos civiles palestinos), incluyen a académicos, estudiantes, voluntarios y otras figuras que, para ingresar al territorio palestino están obligadas a solicitar en una embajada israelí o mediante la Autoridad Palestina, un permiso con fines específicos.

Los extranjeros elegibles pueden ser cónyuges, hijos o parientes de primer grado, un empresario o inversor, un periodista acreditado o aquellos que presenten circunstancias excepcionales como trabajadores humanitarios.

HRW aclaró que estas normativas no se aplican a los extranjeros que buscan visitar Jerusalén Este (ilegalmente ocupada) o los asentamientos en Cisjordania ilegales según el Derecho Internacional Humanitario, en su lugar deben obtener solamente un visado de entrada israelí.

Según la ONG, se entrevistó a 13 personas, quienes alegaron importantes obstáculos burocráticos para permanecer de forma legal en suelo palestino, lo cual dificulta que extranjeros enseñen, estudien, trabajen como voluntarios o vivan allí.

El subdirector para Medio Oriente de HRW, Eric Goldstein afirmó que "un ejército de ocupación no tiene por qué determinar cuáles profesores están calificados para enseñar en las universidades palestinas, así como impedir a los defensores de los Derechos Humanos interactuar con la población ocupada o separar cruelmente a las familias”.

Por todo ello, la organización pidió a Estados Unidos y a los países de Europa (aliados y sponsors históricos del régimen ocupante) que presionen a las autoridades israelíes con el objetivo de hacer más fácil las conexiones con las comunidades en Cisjordania.