Saad Hariri regresó a Beirut para homenajear a su padre

Saad Hariri, la figura influyente y ex primer ministro de Líbano, volvió a Beirut después de retirarse de la vida política hace un año e instalarse en Emiratos Árabes Unidos, con el propósito de recordar a su padre, Rafiq Hariri, quien fue asesinado en 2005 y cuyo aniversario se conmemora este 14 de febrero.

Aunque Hariri mantiene un perfil bajo durante su estadía, su regreso despertó gran interés en medio de la inestabilidad política y económica que sufre el país.

Hariri, una figura influyente dentro de la comunidad islámica sunnita de Líbano, fue recibido por cientos de seguidores en la tumba de su padre, donde recitó oraciones y saludó a la multitud. Si bien se reunió con algunos líderes políticos y religiosos, no se espera que haga ninguna declaración pública sobre la situación política en el país.

El regreso de Hariri se produce en un momento crítico para Líbano, que enfrenta una crisis económica y política sin precedentes. El país se encuentra en una situación de incertidumbre política desde 2019, cuando estallaron protestas masivas contra el gobierno y la élite política. La pandemia de COVID-19 ha empeorado la situación, y una serie de desastres naturales, como la explosión en el puerto de Beirut en 2020, han agravado aún más la situación. Además, el país se enfrenta a una creciente crisis humanitaria, con escasez de alimentos, medicinas y combustible.

En este contexto, el regreso de Hariri ha sido interpretado por algunos como una posible señal de su regreso a la política activa.

Sin embargo, otros lo ven simplemente como una visita de cortesía, destinada a honrar la memoria de su padre y su legado político. Sea cual sea su intención, la visita de Hariri ha puesto de nuevo en el centro de atención la crisis política y económica de Líbano y ha generado interés sobre lo que deparará el futuro político del país.