Pandemia, economía y salud mental en el Líbano

Acompañada por la pandemia de coronavirus, la crisis económica de nueve meses de duración en Líbano ha tenido un alto costo en la salud mental de los libaneses, dicen los expertos, quienes advirtieron sobre una próxima "pandemia de salud mental". 

"Ha sido un encierro muy largo que comenzó con las protestas en las calles y continuó con el virus", dijo Pascale Tannoury, psicóloga clínica y psicoterapeuta en un hospital privado libanés.

“Ahora temo una pandemia de salud mental. Lo siento a mi alrededor. La gente no puede funcionar normalmente. Tampoco pueden pagar ayuda; la terapia es costosa y no la pagan las compañías de seguros ni la seguridad social ”, dijo a The National.

En octubre pasado, la crisis económica del Líbano llegó a un punto de quiebre, empujando a cientos de miles a la calle y obligando a renunciar al Gabinete liderado por Saad Hariri. Las tiendas, las escuelas y las universidades apenas tuvieron tiempo de recuperarse durante unos meses a principios de 2020, antes de que tuvieran que cerrar nuevamente debido a la pandemia de COVID-19.

Las consecuencias de ambas crisis han sido duras. Según funcionarios locales, alrededor del 60 por ciento de los libaneses podría estar bajo la pobreza a fin de año. La lira libanesa ha perdido el 70 por ciento de su valor en nueve meses.

"Las personas carecen de incentivos, pierden el apetito, tienen problemas para dormir y dificultades para comenzar de nuevo las actividades que solían hacer antes del aislamiento", dijo la Sra. Tannoury. "Estos suelen ser síntomas de depresión".

La Organización Mundial de la Salud dijo el mes pasado que la salud mental se convertirá en un importante problema pospandémico.

En el Líbano, unos pocos pueden permitirse una visita a un psicólogo privado, donde una sesión generalmente cuesta entre 40 y 200 dólares

Además, algunos analistas  han ajustado sus precios en la moneda nacional más cerca de la tasa del mercado negro, que actualmente oscila alrededor de 5000 libras libanesas por dólar. Los aumentos de precios han causado enojo en las redes sociales, y algunos se quejan de que solo generarán más problemas.

El Fondo Nacional de Seguridad Social del Líbano reembolsa parcialmente las sesiones de atención hospitalaria y psiquiatría, pero no las visitas a un psicólogo. Rabih El Chammay, jefe del programa nacional de salud mental en el Ministerio de Salud del Líbano, aseguró que “esto debería cambiar en el próximo año, cuando los profesionales establezcan su propio orden, allanando el camino para una cobertura parcial por parte del seguro estatal”.

Hoy, ciertos hospitales libaneses son reacios a tratar a pacientes de salud mental si están cubiertos por uno de los seis fondos administrados públicamente por el Líbano porque el gobierno, con problemas de dinero, puede tomar hasta años para devolverlos.

"Algunos hospitales son más cooperativos que otros, pero creo que en el terreno la gente todavía está luchando por tener acceso a la atención hospitalaria", dijo El Chammay a The National .

El ministerio emitió una nota recordando a los hospitales que no pueden rechazar a “nadie que necesite atención psiquiátrica urgente si corren el riesgo de suicidarse o sufren un episodio psicótico agudo”.

"Creo que la necesidad de apoyo a la salud mental definitivamente aumentará debido a las crisis compuestas. Lo que sabemos por estudios internacionales es que existe un riesgo de aumento de dos a tres veces por suicidio, depresión y ansiedad, durante una crisis", agregó dijo el funcionario del Ministerio de Salud.

Las llamadas a la línea directa nacional de suicidio del Líbano, de la empresa Embrace, han aumentado desde diciembre pasado.

"Algunos días teníamos más de 300 llamadas, cuando nuestro promedio mensual solía ser de esta misma cifra", dijo la directora ejecutiva de Embrace, Lea Zeinoun. Pero debido al miedo social, la evolución de las muertes por suicidio es difícil de evaluar, ya que no todos se informan como tales, agregó.

Además, las nuevas crisis pueden desencadenar y despertar traumas pasados, dijo Nivine Geagea, coordinadora del programa de resiliencia de la ONG local Himaya, que trabaja en el sector de protección infantil.

"La gente puede estar reviviendo la sensación de inseguridad, la dificultad de proyectar en el futuro y encontrar un significado y un orden en medio del caos", dijo Geagea.

El estrés adicional en los hogares que ya están bajo presión también puede conducir a un aumento de la violencia doméstica. Sin embargo, Chammay advirtió contra la equiparación de problemas de salud mental y delincuencia.

"Líbano está un poco mejor que los países vecinos en lo que respecta a la salud mental, pero la brecha sigue siendo enorme entre lo que se necesita y lo que hay", dijo a The National .

Aunque varios profesionales señalaron que una serie de campañas en la última década han aumentado la conciencia pública sobre los problemas de salud mental en el Líbano, el tema aún puede ser difícil de abordar dentro de las familias.