Líbano inauguró el primer skatepark público del país

El primer parque de patinaje público del Líbano está dando vida a las calles de Beirut. El skatepark Snoubar se convirtió en una realidad después de que los lugareños se asociaron con patinadores internacionales en una campaña global de financiación colectiva, recaudando dinero tanto de empresas como de donantes privados, con el permiso del municipio de la capital libanesa.

Hace doce meses, una explosión en el puerto de Beirut sacudió la capital. Más de 200 personas murieron después de que se incendiara un almacén que contenía productos químicos altamente inflamables. A medida que la tragedia recorría todo el mundo, llamó la atención de la ONG Make Life Skate Life (MLSL).

Arne Hillerns, que dirige MLSL, se acercó después de ver la explosión, y junto una patinadora local llamada Aida Mukharesh, reunieron un fondo de ayuda para apoyar a los patinadores locales con cualquier cosa, desde facturas del hospital hasta la reconstrucción de puertas y ventanas, e incluso apoyando la matrícula de una patinadora local durante algunos semestres en la universidad.

Después de regalar también más de 80 patinetas con el apoyo de patinadores de todo el mundo, solo quedaba una cosa por hacer: construir un skatepark real. “Presentamos la idea al municipio de Beirut, un parque de patinaje público y gratuito en Beirut para jóvenes, solicitamos un terreno y, para nuestra sorpresa, nos lo ofrecieron”, dijo Esther Chang, instructora de yoga que actualmente vive en Beirut y colabora con MLSL.

Para convertir el sueño en realidad, se lanzó una campaña masiva de crowdfunding junto con donaciones de patrocinadores corporativos e individuales. "Hubo financiación de una variedad de fuentes, incluidos individuos y patrocinadores corporativos como la Fundación Decathlon y Air France”, comentó a un medio regional, Samantha Robison, directora creativa de MLSL.

La organización sin fines de lucro ha completado previamente skateparks sostenibles en India, Bolivia, Jordania, Myanmar, Etiopía, Nepal, Marruecos e Irak con patineta gratuita en el lugar, sistemas de préstamo de equipos de seguridad y lecciones con organizaciones asociadas.

Después de obtener el apoyo financiero de la Fundación Decathlon, que desembolsó 50.000 euros en junio, voluntarios de todo el mundo viajaron a Beirut para participar en el proyecto, procedentes de países tan lejanos como Colombia, Estados Unidos y Costa Rica. El parque fue diseñado y construido con la ayuda de más de 50 voluntarios y patinadores locales junto con constructores profesionales de skatepark.

Hasta que se inauguró el skatepark, las opciones para los patinadores en Beirut eran limitadas. El único otro parque que existió en el país cerró en Dbayeh hace varios años y costaba más de 10 dólares la entrada.

La lucha de los patinadores en Beirut y la celebración de la inauguración del primer parque de patinaje comunitario gratuito del Líbano ponen de relieve un problema mucho más profundo: la histórica falta del espacio público.

Desde la reconstrucción de Beirut tras la guerra civil, los espacios públicos de la ciudad se han transformado en "espacios prohibidos", es decir, áreas que antes estaban abiertas al público han sido cerradas o privatizadas, excluyendo a la mayoría de la población.

Mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo de 9 metros cuadrados de espacios verdes per cápita, un estudio de 2015 reveló que Beirut tiene solo 0,8 metros cuadrados per cápita.

Ahora, el escenario del Snoubar Skatepark, Horsh Beirut, puede ser el primer gran ejemplo para cambiarlo todo. Ell único gran parque de la capital con una superficie de 400.000 metros cuadrados, es el único espacio verde considerable en la capital, aunque rara vez está abierto al público y, a menudo, ha estado bajo la amenaza de desarrolladores privados.