Líbano celebra la independencia en las calles

Un movimiento de protesta sin precedentes se ha apoderado de la vida cotidiana de los libaneses. Desde la cúpula presidencial hasta los bloques parlamentarios, todos se mueven detrás de los miles de ciudadanos y sus manifestaciones antigubernamentales.

El viernes 22 de noviembre, el país del cedro celebró el 76° aniversario de su independencia con la palabra “revolución” como principal protagonista. Con una consigna distinta, el pueblo libanés festejó en las calles lo que los manifestantes dieron en llamar “el primer día de la verdadera independencia”.

El movimiento liderado mayoritariamente por jóvenes ha impulsado un nuevo orgullo anticonfesional en la pequeña nación mediterránea, brindando la posibilidad de futuro distinto al presente. Las protestas han reunido a personas de diferentes orígenes religiosos y políticos, que comparten la esperanza de tumbar “un sistema roto” y que “es incapaz de proporcionar servicios básicos”.

“Estamos todos aquí juntos para construir un nuevo Líbano", dijo un manifestante entre la multitud en la céntrica plaza de los Mártires de Beirut. En el oeste de Beirut, los ciudadanos organizaron un pequeño desfile musical, tocando instrumentos de percusión, cantando canciones tradicionales y bailando.

"Es la primera vez que los libaneses de todas las comunidades religiosas protestan en masa contra todos los partidos", dijo Tamara, una estudiante universitaria de 21 años. "Esa es la verdadera independencia”, afirmó.

"Hoy queremos independizarnos de las personas corruptas que nos gobiernan; después de que los franceses se fueron, otros nos ocuparon", agregó.

Desfile militar opacado

Este año, la exhibición de independencia no pudo celebrarse en su ubicación tradicional en el centro de Beirut porque un campo de protesta todavía ocupa el área, por lo que el desfile militar se realizó en Yarzeh, cerca de Beirut.

En la primera aparición de varios funcionarios desde que las manifestaciones se apoderaron de la realidad libanesa, el desfile del Día de la Independencia refleja el humor sombrío de la nación, que enfrenta la crisis político y económica más grave en años.

Hariri, quien ahora dirige un gobierno provisional, mantuvo una expresión serena durante el desfile militar, mientras que el presidente Michel Aoun y el presidente del Parlamento, Nabih Berri, intercambiaron algunas sonrisas. 

Los líderes intercambiaron algunas palabras durante el desfile de 30 minutos de soldados marchando; no hubo exhibición de tanques o helicópteros y no asistieron dignatarios extranjeros.

Aoun, listo para el diálogo

Al dirigirse a la nación en un discurso televisado que conmemora el 76º Día de la Independencia del país el jueves, el presidente renovó su invitación a los manifestantes para enviar representantes al palacio presidencial en Baabda para conversar.

El mandatario libanés señaló que quiere "explorar de cerca sus demandas reales y los medios para implementarlas", y subrayó que "el diálogo es la única forma correcta de resolver las crisis".

Aoun, luego culpó a las "contradicciones que controlan la política" por su fracaso en llamar a consultas parlamentarias vinculantes para nombrar un nuevo primer ministro. "El tiempo no es para discursos, sino para el trabajo duro. Los desafíos son peligrosos y hemos perdido mucho tiempo", aseguró.

“El gobierno ya debería haberse formado y comenzado su trabajo; pero las contradicciones que gobiernan la política libanesa han requerido cuidado para evitar una situación más peligrosa ", agregó el presidente de 84 años.

El próximo gobierno libanés debe ser "eficiente, productivo y metódico", dijo Aoun.