Líbano busca un plan para restaurar la confianza

A días de asumir como nuevo Gabinete , el equipo de tecnócratas del primer ministro Hassan Diab tendrá la tarea de generar un plan que permita al Líbano restaurar la confianza de los mercados intencionales. Así lo solicitó el mismo Diab, quien en una reunión de ministros y funcionarios bancarios, dijo que la impresión que le dio el Banco Central fue que el país todavía "tiene formas" de salir de la crisis.

"Esto no significa que las soluciones sean fáciles de encontrar", agregó. Una declaración que circuló en la reunión del miércoles aseguró que el premier pidió un plan "con el objetivo de restablecer el grado mínimo de confianza, que es la piedra angular para abordar la crisis".

El Gabinete de Diab asumió el cargo la semana pasada, luego de que Saad Hariri renunciara como primer ministro en octubre tras protestas contra la cúpula gobernante. El nuevo gobierno, que aún debe ganar un voto de confianza del parlamento, enfrenta una crisis alimentada por inflación, con una libra libanesa debilitada que ha estropeado la confianza en los bancos extranjeros.

El presidente del Parlamento, Nabih Berri, dijo que el nuevo gobierno tendría un plazo de tres a cuatro meses después de ganar el voto de confianza para implementar un plan de rescate, calificándolo de "no imposible", siempre y cuando se evite conflictos y tensiones.

Líbano aprobó el lunes un presupuesto para 2020 que prevé un déficit del 7 por ciento, pero las principales preguntas rodean las proyecciones de ingresos que el propio jefe del comité de presupuesto dijo que "podrían ser poco realistas".

El nuevo gabinete también debe decidir su enfoque para los reembolsos de bonos que se avecinan, incluido un eurobono de 1.2 mil millones de dólares con vencimiento en marzo que el ministro de Finanzas describió como "una bola de fuego".

Por otro lado, el coordinador especial de las Naciones Unidas para el Líbano, Jan Kubis, se reunió con Diab este miércoles y reiteró que el paso más importante que debía tomarse era “reformas, reformas y reformas": "romper con las prácticas anteriores de corrupción, adoptar transparencia, restablecer la confianza y escuchar las demandas de las personas manifestando en las calles para ganar su confianza". Para ello, Líbano tiene 28 días para preparar una declaración ante la ONU, que muestre cómo resolverá su crisis política, social y financiera.

La ministra de Información, Manal Abdel Samad, dijo que el Comité ministerial encargado de redactar la declaración tenía la intención de emitirlo de inmediato, ya que había "situaciones internas y externas apremiantes, y la crisis se agrava aún más".

Continúan las protestas, pero con menos convocatoria

Las protestas en el Líbano comenzaron el pasado 17 de octubre con miles de personas en las calles. Hoy, a más de 90 días, las manifestaciones continúan, pero redujeron su convocatoria considerablemente.

Este miércoles, en Beirut, los manifestantes se reunieron frente a la embajada suiza cerca del puente Ring para exigir que Suiza lleve a cabo "investigaciones transparentes para desvelar los fondos de los políticos" y "congelar los activos" de varios de ellos. "Esos fondos robados pertenecen al pueblo libanés, deben ser recuperados y no nos quedaremos en silencio", afirmó uno de ellos a un medio local.

Además, enfatizaron que permanecerán acampados en la Plaza de los Mártires y aseguraron que " ninguna de las demandas se ha logrado hasta el momento".

Por separado, un grupo de manifestantes se reunió frente al Ministerio del Interior, en Sanayeh, para protestar por la intención de las fuerzas de seguridad de reabrir las carreteras alrededor del campamento de protesta de Martyrs Square, acusando al ministerio de "desmantelar sus tiendas".