Libaneses continúan las protestas con bloqueos de rutas

Manifestantes bloquearon las principales rutas en Líbano el lunes por la mañana, en la protesta coordinada más grande contra el deterioro de las condiciones económicas y financieras en el país. Todas las carreteras principales que conducen a Beirut quedaron anegadas con neumáticos en llamas, rocas y barreras de arena,

Las calles de muchas partes de la capital también se cerraron, lo que provocó atascos e impidió que muchas personas llegaran al trabajo. A media mañana, las fuerzas de seguridad aún no habían intervenido para reabrir los caminos.

En Beirut, los manifestantes bloquearon la carretera principal Corniche al Mazraa y la rotonda de Cola, en el centro de la capital. En el norte, bloquearon la plaza Halba, Bahsas, Beddawi, el puente Salam, la rotonda de al Abdeh, Wadi al Jamous, Palma, y la autopista Chekka Hery. 

En la Bekaa, los manifestantes restringieron el acceso en Saadnayel y Qob Elias, Jdeita al Ali, al Marj, al-Rafid, y Deir Zanoun; en el sur, se bloquearon las carreteras de Adloun, Jiyyeh, Damour, Naameh y Khaldeh.

El presidente Michel Aoun, luego de una reunión de alto nivel diplomático, condenó hace instantes estos bloqueos de carreteras e instruyó al Ejército a intervenir e implementar la ley "sin ninguna vacilación". 

"El corte de rutas va más allá de la mera expresión de opinión y es un acto organizado de sabotaje que tiene como objetivo trastornar la estabilidad del país, por lo que las fuerzas de seguridad y el Ejército deben cumplir con sus funciones en su totalidad y hacer cumplir la ley sin dudarlo”, citó al mandatario un comunicado presidencial.

Durante las recientes protestas y bloqueos de carreteras, las fuerzas de seguridad se han mantenido en gran medida al margen, sin intervenir para reabrir las rutas o dispersar a los manifestantes. El comandante del Ejército, el general Joseph Aoun, llamó a los funcionarios a tomar medidas con respecto a la situación que se desarrolla en el país.

"Todo el país está sufriendo debido a la situación económica, y así como la gente tiene hambre, los militares también sufren y se mueren de hambre, entonces, ¿qué es lo que están esperando los funcionarios?”, comentó.

Agregó que el Ejército apoya el derecho a la libertad de expresión estipulado en la Constitución y el derecho internacional, pero está en contra de cualquier ataque a la propiedad pública y privada y no permitirá que se altere la estabilidad y la paz civil del país.

El comandante del Ejército también desmintió los rumores de que los soldados se retiran de la Fuerza por la situación económica, pero criticó los recortes presupuestarios que afectan negativamente el ánimo de los soldados.

Por otro lado, el primer ministro interino, Hassan Diab, advirtió que el país se encuentra en una situación de alta peligrosidad, y agregó que existen fuerzas que manipulan el tipo de cambio de la libra libanesa al dólar estadounidense. "Manipulan el tipo de cambio del dólar a su gusto y controlan el destino del país", dijo.

Asimismo, culpó a fuerzas políticas de empujar a la gente a las calles y amenazar la estabilidad del país. "Las carreteras están bloqueadas por uno o más partidos partidos que conspiran contra la gente y su sustento, y manipulan la estabilidad social y la seguridad nacional", finalizó.

Las protestas comenzaron el martes pasado cuando la libra libanesa se hundió a un mínimo histórico en el mercado negro, lo que refleja un colapso económico y financiero en el país golpeado por la crisis.

Líbano se ha visto afectado por una crisis tras otra, comenzando con protestas a nivel nacional en octubre de 2019 que revelaron una grave crisis financiera y económica. La situación empeoró por el coronavirus y la explosión masiva en el puerto de Beirut en agosto del año pasado, que mató a 211 personas, hirió a más de 6.000 y dañó grandes partes de la capital.