E.I. abandona Líbano tras acuerdo con gobierno

Casi dos docenas de colectivos y 11 ambulancias trasladaron el lunes a un número indeterminado de milicianos del grupo E.I. y sus familias desde una escarpada región libanesa junto a la frontera siria. La caravana se dirigió a Boukamal, una localidad en manos de la milicia radical en el este de Siria, junto a la frontera con Irak.

La evacuación, consentida por el Gobierno de Siria, es parte de un acuerdo que siguió a la rendición el domingo 27 de agosto de unos 200 terroristas del Estado Islámico en el Qalamún Occidental (Siria), así como en Qaa y Ras Baalbek (Líbano).

Los combatientes de E.I. entregaron sus armas a militares del ejército libanés, que había mantenido durante varios días previos una ofensiva a gran escala contra ellos en las zonas fronterizas del Líbano, y a las unidades de Hezbollah que estaban combatiéndolos al otro lado de la frontera junto con las tropas gubernamentales de Siria.

El acuerdo se produjo tras una campaña militar para eliminar la presencia del grupo E.I. de una zona de unos 120 kilómetros cuadrados (46 millas cuadradas). En otra operación simultánea, las FFAA sirias y sus aliados lanzaron su propia ofensiva para presionar al grupo E.I. en el lado sirio de la frontera.

En el marco del acuerdo, E.I. reveló el paradero de nueve soldados libaneses que había capturado durante el ataque a la ciudad de Arsal en 2014 y que pudieron haber sido asesinados en cautiverio.

“Cerramos este caso con un capítulo oscuro”, ha lamentado este domingo el general mayor Abbas Ibrahim, máximo responsable de la Dirección General de Seguridad. Lo ha hecho en la céntrica plaza de  Riad El Solh en Beirut, tras revelar que ocho de los nueve cuerpos estaban siendo desenterrados, sin dar detalles sobre el paradero del noveno.

Al conocer el paradero de nueve de sus soldados capturados en 2014, Líbano decretó un duelo nacional este domingo.

A las 7 de la mañana (hora local), el ejército libanés anunció un alto el fuego en su lucha contra el E.I. Acorralados por las FFAA libanesas, parte de los radicales accedieron a revelar las coordenadas de la fosa común donde enterraron los cuerpos de los soldados a cambio de ser evacuados a la provincia siria de Deir Ezzor, al noreste de Siria y bajo el control del autoproclamado Califato.