El Parlamento iraquí exige acelerar la retirada de tropas extranjeras

Tras el solapado proceso de creación de la más afamada banda extremista, por parte de las más oscuras agencias de Washington con apoyo de petro-aliados regionales, el ascenso de DAESH en Irak y Siria sirvió de excusa para la formación en 2014 de la llamada “Coalición Internacional” liderada por EEUU.  

La misma, tuvo así luz verde para volcar miles de tropas y apoyo aéreo para “ayudar” a las fuerzas de seguridad iraquíes a hacer retroceder a DAESH a través de grandes franjas de Irak.

A su vez en el caso de Siria, el avance de las tropas gubernamentales en la liberación del territorio nacional logró eliminar en 2017 casi por completo la presencia de esa banda terrorista, mientras que la táctica de injerencia estadounidense en el marco de la guerra terrorista múltiple impuesta al país del jazmín, hizo uso de un proceso de armado y sustento de milicias kurdo-sirias dependientes del partido PYD, que a la fecha sirven de excusa para la ilegal presencia de Washington en el este del país.

De esta forma, quedó así destruido el cantón transfronterizo establecido por los extremistas de DAESH, permitiendo que desde Bagdad, el primer ministro iraquí, Haidar Al Abadi, declarase la victoria sobre dicha agrupación extremista en diciembre último.

Desde entonces, DAESH se ha mantenido en un accionar de guerrilla y continúa llevando a cabo ataques limitados contra objetivos seleccionados.

La presente demanda del Parlamento iraquí pone de relieve el acto de equilibrio al que Abadi se ve obligado, entre EEUU e Irán, sus dos aliados militares más grandes que son a su vez archi-adversarios. Si bien no hay fuerzas regulares iraníes en Irak, las Unidades de Movilización Popular (MPU), milicias nacionales de confesión shiíta aliadas del gobierno, son respaldas por Teherán.

"El Parlamento votó a favor de una decisión para agradecer a las naciones amigas por su apoyo en la derrota de E.I. (DAESH) y al mismo tiempo exigirle al gobierno que establezca un cronograma para la retirada de las tropas extranjeras", manifestó el legislador Husham Al Suhail a Reuters.

"Depende del gobierno decidir cuánto tiempo los necesitamos aquí: un año, dos años, depende de ellos", dijo.

La votación del jueves, respaldada por casi la totalidad de los 177 legisladores presentes, fue patrocinada por diputados del bloque shiíta en el Parlamento.

"El momento de la votación, justo antes de las elecciones, es un mensaje de los partidos pro-Irán de que no quieren a las tropas estadounidenses en Irak para siempre", dijo el analista político Ahmed Younis.

"Están logrando dos cosas: presionar al gobierno de Abadi para expulsar a las tropas extranjeras, así como anotarse puntos políticos antes de las elecciones".

Abadi busca un segundo mandato en las elecciones parlamentarias programadas para mayo, y en este tema su gobierno ya ha anunciado en febrero el retiro parcial de tropas de Washington.

Saad Al Hadithi, portavoz del gabinete iraquí, dijo en febrero que era lógico que la coalición redujera el número de sus tropas en el país después de que se declarara la victoria sobre DAESH en diciembre.

También el pasado mes, Saeed Al Jayyashi, un asesor del gobierno iraquí, dijo al sitio web Shafaq News que un comité de seguridad observará la regulación de las actividades de la coalición internacional liderada por EEUU.

La “coalición”

Un portavoz de la “coalición” estadounidense afirmó que la presencia de sus tropas dependía de la aprobación del gobierno iraquí. "Nuestra presencia continua en Irak se basará en las condiciones y será proporcional a las necesidades, en coordinación con y con la aprobación del gobierno iraquí", dijo el coronel estadounidense Ryan Dillon.

En diciembre último el Pentágono dijo que mantenía unas 5,000 tropas en Irak. Según la llamada coalición, la misma ha comenzado una transición pasando de enfocarse en retomar territorio a una etapa de consolidar ganancias.

Asimismo declara que ha ayudado a recuperar casi un tercio de Irak de manos de DAESH, a través del apoyo aéreo y logístico, proceso en el cual ha entrenado a 125,000 miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes.

No es un dato menor que dicho número incluye a 22,000 combatientes kurdos peshmerga, puesto que el sostenimiento del llamado Kurdistán iraquí es un proyecto regional abierto que los halcones de Washington y sus aliados no están dispuestos a abandonar.

Por otra parte y al igual que en Siria, el accionar de la “coalición” ha recibido fuertes críticas por el número de bajas civiles resultantes de ataques aéreos, con números oficiales que señalan al menos 841 bajas civiles iraquíes en lo que va de 2018.